Cielo

Cielo

Se está quemando el cielo y yo lo veo,
yo puedo ver el cielo en llamas de oro;
un caldero de estrellas muge a toro
y esparce su simiente en su deseo.

Veo todo ese cielo y no lo creo,
no lo puedo creer, porque es un foro
de espacio sin su tiempo, un indoloro
invento de las formas: me recreo.

Un patio de recreo ya insondable
que el corazón embiste mientras brama
como si en él sangrara un vasto imperio.

Todo lo encuentra el alma razonable
cuando se nutre el toro con la grama
galáctica que crece en su misterio.

 

Bueno es saber, que no soy el único que vé la quema de ese cielo de tu soneto.

Saludos.

 

Entonces ya somos dos, efectivamente.

Saludos

 

Ya vamos quemándo el cielo... y sin ojos quedaremos.
Sin ojos quedaremos... por malvados y abyectos.
Y el cielo caerá, sin maldad, en soledad rogaremos...
Será tarde la verdad... el dolor nos merecemos.
Que profundo tema nos comparte tu soneto. Siempre es un gusto leerte. Creo que te son fácil escribirlos, puedo equivocarme, pero, siempre están ahí. Un abrazo.

 

Uno hace lo que puede, supongo.

Gracias

Saludos