Cielo

Entonces me preguntó si pensaba o si creía que iría al cielo. Le dije que no sabía, no podía saberlo.
Y continué diciendo..
Creo que compensé mis maldades, pero no sé como son las cuentas para ganarse el cielo. Como tampoco sé como son los valores de los pecados y como se curan, perdonan o compensan.
Acaso estos tienen grado.? Tienen equivalencias.?
Mentira piadosa vale uno, estafa vale cien, crimen mil.? Y un engaño? Cuanto puede medir un engaño.?
Prefiero creer que el cielo esta mas allá de todo esto. Que estos problemas terrenales son parte de una convivencia obligatoria de y hacia otro paso, del que no sabemos del que venimos, ni a cual vamos. Tambien prefiero creer que en ese nuevo paso al que vamos no se aceptan sobornos. Aunque, como se pagarían.? Si entraríamos despojados de todo. Quizá sean purgatorios, penitencias, promesas? Limbo?
No podria ser feliz pensando ese tipo de cosas, abruman y desorientan un poco.
Es preferible, le dije, vivir el día, este que esta pasando sin mayores altibajos, o algún otro que sea más intenso, pero no más.
Me saludó con un tibio beso y se fue, cabeza gacha como pensando.
Igual yo, quede pensando en el pasado y sacando cuentas, de esas que tenemos en nuestro inconsciente.
En nuestra conducta histórica siempre encontrarenos algo que nos puede traer algún remordimiento...
Niñez caprichosa, adolescencia exploradora y buscando limites, juventud...¡Tantos pecados de juventud..! Madurez responsable.. o sólo de tanto en tanto una pausa.? Y luego, más adelante, una Vejez reflexiva como me encuentro hoy.
De pronto aquella primera pregunta volvió a golpear mi cabeza.
Acaso iría al cielo.?

Y aquí comienzan los conflictos que en principio no tuve en cuenta.
Religiónes, tantas hay.! Ser practicante, creyente, no creyente, agnóstico. O inclinarse más a un plano racional que espiritual.?
Quiza sea eso, la simpleza de apenas, ser una persona merecedora de lo que vendrá, que quiza sea cielo.

Entonces empecé a entender todo..
El cielo como tal, no es, no hay, nl existe. El cielo es apenas una metáfora que a abraza un todo, un sentir, es un alivio lleno de paz.
Es ausencia de dolor, es ingravidez, es descanso y lucidez.
El cielo es entenderlo todo, y el entenderlo todo puede llevarnos tiempo, y algunas veces, mucho tiempo.
Debo admitir que como católico me estoy contradiciendo desde un primer momento, pero en el ocaso de mi vida, ahora, que todo lo debería tener más claro, es cuando más preguntas me estoy haciendo. Y dudo, comienzo a creer lo que ya había dejado de creer, y deshecho todo lo que hasta ayer creía.
Este fue el momento que espabilé, corri a buscarla, la encontré y le dije mi conclusión...

"Todos vamos al cielo, solo que algunos les va a llevar más tiempo."

Me miró a los ojos y me contestó.
Para mí eso es Dios, Él es el tiempo y Él es el cielo.