Cien poemas para el alma XIII

"No hay mal
que por bien no venga"

Un día alguien me dijo
" deja que se vaya "
repliqué " lo amo"
me contestó " lo sé
pero es lo mejor",
¡duele! dije
mientras mi llanto
me ahogaba.

Me dejó llorar
sin decir nada,
se quedó ahí
cómo paralizado,
volvió a hablar
- ponte de pie.
No tengo fuerzas
- ¡Mentira! replicó
ya verás que la vida
desde hoy empieza
y bendecirás estar sin él.

Incrédula le obedecí
sin idea de cómo podría seguir,
él, me hablaba siempre,
cuando me sentía débil
¡ánimo! gritaba,
cuando me sentía fuerte
¡ lo vas a lograr! decía,
cuando los recuerdos me dolían
¡vendrán mejores! me prometía,
y cuando sonreí sintiéndome libre
¡ya, lo conseguiste! me aseguró.

Hoy, sé que esa voz
era "el tiempo"
y no se equivocó,
Dios me dió las fuerzas
para darle al tiempo la razón,
muchas veces es mejor dejar ir
que aferrarse
a lo que creemos amar,
dejar ir es doloroso
pero retener y permanecer
en el dolor
es renunciar
a algo mucho mejor.​

 

Muchas gracias por leerme...Saludos

 

Muy cierto. El tiempo es el mejor aliado para soltar. Casi siempre aguantamos hasta que solo queda el tiempo Con nosotros... y ahí empezamos a soltar. Me gusto mucho tu composición.
Saludos para un domingo nublado desde mis lares.

 

que romantica eres aun en el dolor...

que bonita

 

Muchas gracias por vuestras palabras y vuestras visita...un abrazo