Cita a las cinco.

A las cinco era la cita,
y, aunque no me apetecía ir…
me puse mi vestido rojo
y hacia el lugar me dirigí.

Como siempre, llegué la primera,
y una mesa junto a la ventana escogí
le vi llegar con la camisa fuera
y algo cansado, me pareció a mí.

Dos besos cálidos acompañaron…
a un.. “hola, siento la espera”
seguido de un silencio…
que solo el camarero,
consiguió interrumpir.

La cuchara dando vueltas en el café
anunciaba, que no eran noticias buenas,
y, atrevida pero nerviosa…
a preguntar me lancé.

La respuesta para mi, no fue nueva
ya sabía que existía otra mujer,
y para endulzar la buenanueva…
más azúcar añadí a mi té.

Su mirada en ningún momento levantó,
y no fumó por dos, sino por tres,
y mil veces, saliva tragó…
esperando algo, que no iba a suceder.

Le escuché atentamente...
al menos, eso pensaba él,
mientras… mi corazón,
saltaba, sin poderse detener.

Me dejó el anillo en la mesa,
junto al importe del café, y un...
“lo siento, mi intención, engañarte no era”
y tras el cristal de la ventana…
lo vi, desaparecer.

A las cinco fue la cita,
y, con tres palabras...
rompió mi vida,
y, dejó frio mi té.

Téura


http://teura-radio-sala.blogspot.com.es/

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Vaya que historia tan vertical , cayó como una charco de sangre en la calzada. Pero mejor así quedar libre y no comprometida con una ilusión perdida.

 

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