Ciudad ajena

¿Quieres que baile como serpiente
Arrastrándome por las calles?
Mendigos hambrientos me arrojan monedas
Desde sus palacios hechos de muerte y botellas,
Derritiéndose están las ventanas de azúcar
En las moradas de los espíritus atrapados,
Mascando tacones rojos las putas se insinúan
A los penes bastardos en los rincones gangrenados,
Agujas, bolsas, líquidos extraños, ultra violencia
Se persigna la juventud salida de las cloacas,
De los negros hospitales entran y salen
Enfermos papeles que aseguran la estadía de los vivos,
Desperdicios tóxicos mantienen felices a los mutantes
Que del submundo observan aterrorizados,
Los bares, las bibliotecas
Las iglesias y los centros comerciales,
Todos satanizados por las fuerzas divinas
Desde mi lecho en ultratumba
Nacen ríos de carcajadas
Provocadas por la vil comedia
Que desprende mi alma de sus edificios
Y me coloca como un espectador atento
Llorando y riendo,

Solo pido que me muerdas
Y me conectes tu dulce veneno​