Claroscuro.

Hoy colgaré mi alma
en la trastienda del vicio
y dejaré librado de prejuicios
mi cuerpo inerte...
que la servidumbre humana
juegue a los instintos,
y me devuelva intacta
la carne y la mente:
como si fuese
un sueño claro de desatinos,
como si volviese
de una pequeña muerte,
como si hubiese jugado
con los valores divinos,
sin miedo a caer
corrupta
y corrupta perderme.

Luego,
al conocer
de este mundo lo peor
lavaría mi cuerpo
con el néctar mas puro
para quitar de mi alma
todo ese dolor,
para depurarme
de la inmundicia,
el conjuro...
para sentirme nueva,
sana, dignamente mejor,
tener la mente clara
proyectada al futuro
de un mundo que conmueve
con sensible amor
y erradica de su seno
pensamientos oscuros.​

 

Muchas gracias Anita, es un gusto recibir tan claro comentario que cierra la idea en forma muy precisa.-