Claveles marchitados

Soy el peor poeta del mundo
porque Dios me expulsa de su reino solitario
y no cree en la teoría del bing bang.

Soy el agua que parte la roca en el río
porque todos los pecados se han quebrado en este verso
y ha nacido la lujuria en mi semblante de paz.

Soy la tormenta que arresó con el imperio
y con la estatua de mármol que se ríe de los hombres
cuando cargan la piedra que tallaron los avaros.

Soy el presidente de todas las estrellas
que forman un ramo de mentiras
en tu universo de caricias muertas.

Soy el rey de los animales invertebrados que
se arrastra a besar tus porquerías clandestinas
y el sol es como un gigante que habla de amor en
otro idioma, cuando cruza mi ventana y
no escucha mis lamentos.

Soy el capitán del equipo de fútbol que ganó el mundial,
en la madrugada esa del insomnio delirante.

Soy la palabra eterna que avergüenza y degenera,
porque traigo la muerte bajo el brazo
y mi madre me bendice con sus manos pecadoras,
me abraza en esta noche de claveles marchitados
y me convence de que Dios no es candidato del gobierno.

Soy el peor poeta del mundo
porque el cielo está durmiendo sobre mi hoja en blanco
mientras Dios grita en mis oídos con voz de profeta resignado:

¡Éste es tu último poema!​

 

Excelente creación, sin palabras. Un saludo atte.

Laura

 

Disculpame por atrebidamente recorrer tus letras
pero no pude resistir el deseo de
hacerte saber que me gusto tu poema
y quise que lo supieras
un abrazo
"Jean"

 

Laura, Jean; son muy amables, gracias por sus comentarios, que sean felices...

un abrazo,

el nictálope.