Cocinando cuando llegas

Puede que no seas perfecta

o que simplemente lo disimules muy bien.

Puede que cuando llegue no estés despierta

pero mañana despertaré a tu lado otra vez.

Puede que no sepas que la puerta está abierta

cuando llegues tarde. Y al entrar me verás de pie

cocinando la cena que mereces cuando llegas,

con una flor en la mesa dos copas y un amanecer.

 

Este poema es encantador en su intención y en mostrar que lo cotidiano también es mágico
enhorabuena.
Saludos