cofre

Se trenza el alba…amarra soga al amanecer… Se escabulle entre la noche...mientras caminan rápido las estrellas que hace rato desfilaban soñolientas.

Aun hay silencio, el silencio eterno que arriba en mi pecho… Agua clara corre entre las piedras y por el cielo surca una blanca paloma…como una esfinge, reinante.

Se izan pérgolas dentro de mi, por donde trepara la enramada, -de vital sabia-, que llegara hasta mi boca donde anidara la verde, rosa y miel…



Seguirán peripuesto los buenos recuerdos…

¿Y que son estos a la final?

Momentos intangibles que en el corazón van a encallar…

Amarrare el lazo de la naturaleza en mis dedos. Trenzare la brisa ceremonial de la mañana, que como tonto niño enamorado va de lado a lado sin pensar en nada…

Talare la cornisa que se ha postrado en tu pecho…arrancare el henasco que ha nacido en tu cuerpo y como una poda ineludible, al final, reviviré el amor que ahí yace muerto.

Entrompare el día y la noche, esta última con los faroles convive…como hare para encontrarte si ya no te veo, pero aun mi vida te persigue.

El herbaje naciente, que como un renaciente crepúsculo en el horizonte se enrola…dentro de mi ocurre algo…se atrincheran los colores, se aglomeran entre ellos, el amarillo azafranado y el anaranjado soñoliento...las nubes almidonadas como vírgenes copos reflejan y reflejan.

Delira el día por última vez… El libertinaje de la noche, se asoma…

La luna encorvada, se asemeja a un anzuelo…se arrincona en lo alto a pescar estrellas, amores y luceros… una y otra vez, con sus mejillas ebúrneas, ricas de todo.

Rechina el ave y cuanto redobla su eco. ¡Que vivaz! Se emancipan las tortolitas, que surcan de un lado a otro, del Cedro al Pino, del Pino al Nim.

Tus manos y las mías, la noche y el día, las flores y las abejas que las polinizan… ¿Ves como hacen un mosaico? ¿Un collage?

Quiero que lo veas…no quiero que seas parte del mosaico que no logras entender…

¡Es que todo esta ahí!

¡FRENTE A TUS OJOS DE CAREY!

Frente a tu boca escurridiza, frente a tus manos rigurosas de canela…

Deambulan los menesteres y faenas que con vicios casi los confundo.

El plástico que alfombra los caminos que ahora están pertrechados al olvido…

Desalfombremos las esquinas, las calles, los patios, el jardín del frente donde juntos nos sentamos…

El rito de la melancólica tarde, donde aflora la risa de los niños jugando…

¡Es evidente tanta calma!

¡Que hermosa tú, acostada en tú cama!

Camina conmigo, caminemos…

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Hola gracias por permitir ver todo el contenido, lei con atención cada línea citada una divina construcción. Grato leerte saludos y estrellas
¡SONRIE

 

calidas gracias por haber tomado un minuto y leerlo...abrazos desde Vzla.