Coleccionista de versos

Soy un coleccionista de versos calcados en tu cuerpo,
de pensamientos discretos que susurran en desierto,
soy un fiel asiduo de la luz de la luna
y un testigo silente de lo que canta el sonido del mar.

Soy quien pasa horas dibujando caricias al futuro incierto
y a unas cuantas tristezas que solían caer del firmamento,
escarbando por entre una flor marchita,
descubrí que no había muerto tu sonrisa.

No es necesario morir para tocar el cielo,
como no es necesario vivir para que conozcas lo que expreso,
soy un coleccionista de alas y de miradas precisas
y de sensaciones intensas, para mi corazón de prisa.

Soy un coleccionista de ti y de todo lo tuyo,
de tus sueños solitarios que no alcanzaron la orilla,
soy un coleccionista de tu nombre, de tu aire y de tu alma
y de todos los caminos por donde se vislumbra tu alba.


Ricardo Felipe
El último bardo