Colombia (Crónica roja)

La avenida
herida de árboles
bailando anécdotas
que en cada hoja
envejecen con sus ramas.

Mientras,
el acero remueve el silencio
y engendra el grito
que desgarra la garganta.

La luna
deja de alumbrar
y los perros callejeros
con su noche a cuestas
saben que ése
que en el frío cemento
hoy los acompaña,
mañana -como una estela de oscuridad-
cegará los ojos de aquellos
que todavía le siguen comprando muertos
al voceador de prensa.

 

... Qué pincel el tuyo para pintar la cruda noche.


Un abrazo, hermano Colombiano.


Ciela

 

Lamentablemente, así son las noches colombianas.
Y gracias por tus afectos.
Besos