¿Cómo amamos?

Las violetas se mecían
a la orilla de un lago azul,
tus ojos miraban
y en ellos se reflejaba
ese manto de tul.

Qué ventura ángel hermoso,
si fuera verdad mi vida
y mil vidas yo tuviera,
ángel,
las mil vidas te daría.

Era verdad lo que veía
y hablarte yo quería,
pero tuve miedo de tu desdén
pues la muerte me sabría
mas grata que tu desdén.

Pero mi suerte venturosa
estuvo de mi lado ese día
y tus ojos miraron
mi desdén,
grabaré en mi memoria
la historia de ese día.

En mi corazón había un reflejo
de tus dulces ojos,
donde aún tenía el reflejo
del lago y las violetas.

Preguntándose se quedó
¿que te atrae mas,
sus ojos, su mirar?
y me respondió muy quedo,
son las violetas y la laguna,
es el reflejo y nada mas.

Y le hice caso al corazón
¡Oh Señor, amamos
demasiado poco
y demasiado mal!

José Manuel Muro Mora...---------

 

Muy bonito, como trance hipnótico.