¿Cómo describo ahora lo que eres?

Como empezar sin hacer innombrable todo lo que tenemos cuidado de no decir por miedo a ser cursi, miedo a llorar y sonrojar de emoción, miedo a reír después de ser escuchados, como lo hacemos sin molestar a las flores, como lo hacemos sin recurrir a los chocolates que están tan rellenos de palabras tan mal dichas, tan bien dichas pero al fin al cabo tan mal escritas, ¿Por qué como defines lo que es?, ¿Cómo defines lo que haces cuando se ven?¿Cómo describo ahora lo que eres?.

Sigo viajando en mi trébol de cuatro hojas, con la suerte irreemplazable que te hace incomparable, no se como decirte, lo que con urgencia siento, vive y muere en mí ahora, que hacer para no caer en abismos indeterminados de frases triviales, cansadas, taquillas que se re usan en el tiempo, lo mió es distinto y molesta, es inusual y tan simple que perturba, es más que una canción comenzada cien veces de la misma forma ,más que un coro rebuscado cantado por quien cree llevar el signo del amor, eso no es lo que define nuestros cuerpos al final, no interpreta lo que siento, no interpreta la hora de vivirnos, no describe entonces lo que eres.

No se si lo que tocas en mis manos es lo que te confesé entre mi riza nerviosa y mis movimientos imprecisos, cuando mire soles en tus ojos de miel en pleno invierno de fuego colosal. Desde el milenio en que partiste hasta la hora después de verte, respiro tu aroma que tortura, que armoniza mi ropa mientras me muevo, que me hace invocar tus rizas que vienen a endulzar mi nostalgia de primavera mientras diviso los pajaritos en su canturreo interrumpido, en creer que se abrazan y se hablan en la última rama del nido, en la última de mis posibilidades de aferrarme a la vida que quiero y te quiero, sin creer en este día normal, que es uno más sin saber, como describir ahora lo que eres.

Un te amo y un te quiero no describen lo que eres, ya no creo en un “no puedo vivir sin ti” porque son muchos los que siguen viviendo sin ellas o sin ellos, se quedaron postrados en su hasta siempre jamás, mientras el manoseado amor eterno cruzo la suerte de esas palabras que se fueron al norte mientras la función era en el sur, eso no describe lo que eres, no describe lo que somos.

Hoy me desnudé sin que la luz se apagara y viste mi alma desvestida en pleno hemisferio de nuestra revolución y sentiste mis lágrimas cristalinas caer en tu rostro sereno y satisfecho amaneciendo en el final de la batalla que creímos ganar. Hablemos en vos baja entre mis ojos y los tuyos, déjame besarte sin interrumpir tu vivir de corrido, tu constante ir y venir entre acordes y melodías, sin interrumpir tus respiros silenciosos en mi pecho, y entre tu mal humor y tus bromas descolocadas y entre mi proceso hormonal y mis sonrisas, surge la constante incertidumbre ¿Cómo describo ahora lo que eres?

Todos padecimos lo que es extrañar, le cantamos al cielo, añorando, deseando, odiando de distintas maneras pero todos deseamos y odiamos, todos confiamos, todos cerramos los ojos para ver más allá lo que no esta más acá, esas cosas de otro mundo, un mundo multicolor, el mundo que te acontece, que te sucede, el que vendrá, el mundo al que me transportas cada vez que te miro. Voy hacia ti con paso rápido pero seguro, y traigo mi bolso lleno de conclusiones que describirían lo que eres, por suerte ya no pesa, porque te reirías si te cuento que no hay nada más que tus manos con mis manos rozándose, tu rabia contra el mundo y yo a tu lado escuchando, mis ganas de escupirle a la vida y tu a mi lado escuchando, no hay nada más que lo mucho que no tenemos y lo mucho que añoramos, no hay nada más que descansar en tu regazo y jugar con mis manos a hacer millones de surcos imaginarios, en tu cabeza redonda, en tu cabeza perfecta, sí, ya describo lo que eres, ya describo lo que somos, como describo entonces ahora, todo lo que me das.