Como el olvido de Constanza

La mano que te haya en la penumbra
tiene el poder de despertar a los muertos.
Que hermoso era saber que estabas
aún tras el espejo, donde mirarte era mirarme.

Ahora la ciudad es lluvia en una taza de café,
un violento día de puentes que no voy a cruzar.
Cuanta tristeza hay en eso que se lleva nuestra memoria,
vos, abrís tu nombre y sos la ahogada del Sena,
yo mientras hago el amor como un árbol…

Me enojaré cuando mis palabras dejen de soñarte,
me quitaré las uñas, la sangre, el pelo, el peso completo de quererte.
Saldré en tu búsqueda aún sabiendo del sol envenenado,
y que tarde o muy tarde la distancia en mis ojos aumentará...

 

Bravo¡¡¡

"Me enojaré cuando mis palabras dejend e soñarte..."

Que fuerza¡¡ Siento que en este verso se puede caracterizar todo tu bello trabajo.

Gracias.

 

Triste poema de desarraigo y nostalgia.

 

gracias por pasar

 

Hermosas las imágenes que desplegan una inmensa nostalgia en este poema maravilloso.
Deshojas tristezas en el pergamino con puntualidad, impregnando al lector en la intimidad de la melancolía..
Un gusto enorme recorrer tus letras
Recibe un abrazo y estrellas a tu cielo
Camelia

 

que linda es la palabra intimidad
gracias por la visita