¿Cómo puedo decirte que te quiero?

Hay momentos especiales cuando dos personas conversan y todo parece mágico. El ambiente cambia, desciende el romance, el mundo se detiene y todo parece lindo, como si en cualquier momento algo inesperado pudiera ocurrir, como en las películas. Es ese instante donde parece buena idea hablar de amor, hablar bajito y tierno, en ese momento inmenso cuando sientes cosas raras en el pecho y que algo se incendiara en tu interior.

En una de esas noches de mágica ilusión él y ella salieron a caminar, muy caballerosamente él la invitó un poco tímido e inseguro pero ella accedió. Ella, luce hermosa como una estrella, su cabello es ensortijado y corto color azabache, su piel es canela, suave como seda, atractiva, deseable, sus labios, pronunciados, carnosos, son como una sutil sugerencia al beso.

Él, no puede creer que alguien como ella esté a su lado, se siente tiernamente orgulloso, se siente por un corto lapso un ganador, la belleza de ella lo envuelve y lo hace verse lindo también. La gente los ve por la plaza y sonríe, que linda pareja hacen los dos. Pero transcurridos los segundo iníciales de la salida el nerviosismo se empieza a apoderar de él. El no salió con ella para lucirse, tampoco fue para jactarse de que está paseando con una preciosa doncella, él la invito para cortejarla, para demostrarle su cariño por ella, pero aquí es cuando surge el primer inconveniente, está muy nervioso y no sabe como actuar, ante la duda decide ser el mismo, y el ser el mismo funciona, eso le gusta mucho a ella quien no para de reír. Realmente él le cae muy bien a ella, lo valora mucho, piensa que es especial. El decide arriesgarse un poco y saca a conversación el tema del amor-El amor es como una melodía, en ocasiones puede ser triste, en ocasiones es alegre, pero sea cual sea el caso siempre genera sentimientos en especial cuando se toca con el corazón, al final el amor puede terminar siendo la canción más bella, la tonada más perfecta cantada de a dos-dice él, ella sonríe y responde que es muy bonita esa definición.

Él le habla de poesía, le declama un poema y le narra una historia de amor, todo parece perfecto, nada podría salir mal, caminando juntos esa noche, en realidad había algo mágico entre los dos. De pronto empieza a llover, ambos corren a refugiarse debajo de un árbol, en medio de risas y completamente mojados él la mira a ella y se veía aún más hermosa de lo que cuando recién salieron, lucía sumamente bella porque estaba al natural, él sintió que esa noche había sido la culminación de un largo tiempo de conocerse y que era el momento de arriesgarse a ir por algo más. Casi sin darse cuenta tomó sus manos, su mirada reposaba fija en los ojos de ella-Luces preciosa esta noche, disculpa que te lo diga así tan brutamente sincero, pero es que es la verdad, justo en estos momentos que te veo pareces una de esas princesas de cuento, como una diosa atrapada en el cuerpo de una mortal…-Qué cosas dices-interrumpió ella-nunca vi a ninguna princesa o diosa que estuviese mojada-Yo sí- interrumpió él mirándola a los ojos-Con todo el valor que poseo, y con todo el buen sentimiento que generas en mí me atrevo a confesarte que te quiero…-Yo también te quiero…-No, no entiendes… tú me gustas… me gustas como le gusta una doncella a un caballero, como se gustan dos que nacieron para estar juntos, como esos personajes de cuentos que alcanzaron su final feliz…-culmina con una sonrisa de inmensa emotividad.

-Qué hermosas palabras me has dicho, nunca nadie me había dicho cosas tan bonitas, eres un hombre magnífico y muy tierno- El se alegró mucha al escuchar esta palabras de su amada, entonces todo era perfecto, la noche, la brisa, el árbol, la lluvia de fondo, todo parecía mágico y digno de un cuento de amor, decidió sin más demoras besar los labios dulces de su amor, acariciar dulcemente esa boca con la que tantas veces había soñado, pero ella lo rehusó. Te quiero como amigo le dijo ella, lamento que ellas pensado en algo más, malinterpretaste nuestra relación que nunca fue algo más que amical, en verdad lo siento mucho, le dijo ella, le dio un beso en la frente y tomó un taxi a su casa. Y él se quedo ahí, triste, solo, mojándose aún más parado bajo la lluvia, y con el corazón destrozado.

 

Hermosas lineas nos regalas querido poeta.... grato leerte un saludo de tu amigo anonymo...