Como tú...

Tengo una vida, como tú, prestada,
que ni vivirla ni perderla quiero;
si me preguntas, te seré sincero,
básicamente no me importas nada.

Doy por respuesta siempre la callada
raro es que al cabo no te ponga un pero;
serte de ayuda ni lo considero,
me es más rentable darte la patada.

Vivo la vida miserablemente
sin miramientos y en la cuerda floja
dándole al trinkis en el bar de enfrente.

Para que nadie se me monte encima
hago el imbécil cuando se me antoja
disimulando mi idiotez con rima...

 

Bello soneto Jorge.

Parabienes.

 

Me encantó eso de decir mentiras como medio de liberación, como el sacudirse de un perro. Un gusto leerlo.

 

Hombre, bello, bello... no sé
Gracias por pasarte

 

Hombre, es una comparación un poco arriesgada, jajajajaja.
Conste que el que miente es el personaje, yo hace mucho tiempo que desterré la mentira, pues más que un medio de liberación, es una condena para el futuro.
Gracias, Luciana

 

Nada como el bar, no eches cuentas...
Salud

 

Me gusto mucho tu soneto Jorge. Un placer leer tu obra. Un abrazo y buena semana.

 

Umm....brillante desenfado. Todo un lujo de lectura.
Mi abrazo trémulo.

 

Pues imagínate yo, que llevo muchísimos más años por el mundo, la cantidad de zopencos con los que me las he tenido. Pero todos ellos me han ayudado a ser mejor, pues todos llegaron para enseñarme algo. Al paso del tiempo lo he entendido, la vida es una prueba constante, o aceptas y aprendes la lección y pasas a la siguiente, o te quedas ahí pudriéndote en los infiernos.
Un buen día juré no mentir jamás y luchar para no dejar ningún enemigo que celebre mi muerte. Es muy difícil, casi imposible, pero yo sigo en el intento...

 

El placer es mío, amiga. Gracias por tus palabras de aliento.
Abrazo de vuelta

 

El lujo (siempre) es verte por mis torpes intentos, querido Vicente.
Quien te admira y aprecia...