CÓmo VolvÍ A Sentirme La Hostia

CÓMO VOLVÍ A SENTIRME LA HOSTIA


Leí muchas tonterías sobre el ego,
que es un juego de la mente y que lo verdadero es la esencia,
y que la esencia es muy difícil de alcanzar
y que debemos acabar con nuestro ego y no ser nadie ni nada
y disolvernos en el cosmos como una sombra.
Pero la gente feliz es la que tiene un ego sólido,
los más felices son los que se creen la hostia,
los endiosados, los soberbios, los sobrados de madre,
ellos son los verdaderamente felices,
no los que disuelven sus egos en la nada.
Durante mucho tiempo yo me creí el mejor,
yo me sentía un puto genio, un futuro Rimbaud,
un niñito terrible de las letras modernas,
luego me caí del guindo
y me sentí una puta mierda.
Entonces me dijeron que no era nada los mismos que antes me dijeron que era un genio
y yo también me lo creí,
durante mucho tiempo me sentí como un saco de mierda,
mi autoestima estaba bajo mínimos históricos de mi vida
y no veía salida a tan angustiosa situación.
Fueron los años del alcohol y las drogas, del risperdal y los psiquiatras,
y de las discusiones con mi padre,
después vino todo ese rollo de no ser nada de la filosofía oriental
pero en el fondo me deprimía mucho.
Entonces tuve una iluminación:
el mundo es una puta mierda pero todos somos la hostia,
todos somos genios y artistas, todos estamos en la cima,
y yo no iba a ser menos que nadie,
yo también me creería la hostia.
Así comenzó a crecer mi autoestima,
así comencé a sentirme bien conmigo mismo de nuevo.
Había vuelto a mis orígenes pero un poco más viejo y sobrexperimentado:
“Que le den por el culo a la esencia” pensé,
“lo importante es el ego”
Y empecé a tener miles de voces y a escribir de mil formas,
y de nuevo me sentía el genio niño que había sido,
porque si alguna cosa sé, amigos míos,
es que el niño genio es la esencia.

 

Como una montaña rusa, subidones y bajadas que nos descolocan. La felicidad? no es que dure poco, es que cuando lo somos no lo solemos apreciar, abrir la nevera y verla llena podría hacernos sentir felices, si miras a quién no tiene ni nevera no digo ya alimentos... y para mi la niñez siempre es la felicidad, sí, pero tenemos tanta prisa por crecer....

me has envuelto en un montón de sensaciones José Ángel, un placer grato leerte..

un abrazo

 

Está bien tener ego supongo, quererte a ti mismo es algo imprescindible si quieres ser feliz, pero para mi es aún mas importante ser sincero con uno mismo, y mucho ego te quita de esto.
Este es mi punto de vista, creo en la humildad aunque reconozco que no ayuda a ser feliz, si no sacara mi ego no podría salir por las noches al carnaval.
Me gustaría ser la ostia, pero no me gusta la gente que se cree la ostia xD.
Un saludo.