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Tema en 'Poemas Generales' comenzado por JORSA, 16 de Junio de 2008. Respuestas: 2 | Visitas: 596

  1. JORSA

    JORSA Poeta recién llegado

    Se incorporó:
    7 de Febrero de 2008
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    5
    Compartir contigo yo quisiera
    una muy peculiar experiencia
    sucedió una tarde dominguera
    en que me acompañaba la abstinencia.

    Conocí a una persona distinguida
    de esas que a los mortales comunes
    escasamente nos son permitidas.
    Injusticias que se quedan impunes.

    La nave había quedado aparcada
    junto con mis complejos y recuerdos
    las heridas ya estaban curadas
    de no agresión existía un acuerdo.

    De sol me disponía a darme un baño
    estaba en aquel muelle abandonado
    al cual asisto si me siento huraño.
    Por muy pocas personas frecuentado.

    Entregado en los brazos de Morfeo
    arrullado por una sinfonía
    (los ignorantes le llaman gorjeo),
    el canto de las aves me dormía.

    Me pareció de pronto percibir
    los pasos de alguien que llegaba
    a mi escondido espacio compartir
    sin advertir que mis sueños perturbaban.

    Cuando nuestras miradas se cruzaron
    un sobresalto no pudo evitar
    de súbito disculpas afloraron
    en un fútil intento de conciliar.

    De desandar el camino hizo el intento
    más la pude convencer de lo contrario
    ya no recuerdo cual fue mi argumento.
    ¡ Estratagemas de nonagenario !

    Le dije que jamás me atrevería
    a invadirle su privacidad
    y presuroso me retiraría
    si esa fuese al final su voluntad .

    Ella tampoco esperaba encontrar
    en ese que después me confesó
    su refugio era para escapar
    donde tranquilidad siempre encontró

    De común acuerdo decidimos
    que para dos había espacio suficiente
    rápidamente el espacio dividimos
    solucionando este imprevisto incidente.

    Al instalarse se empezó a aplicar
    en todo el cuerpo generosamente
    lo que parecía un protector solar
    en contra de los rayos inclementes.

    Qué lees? Con timidez le inquirí
    tomándola esta vez desprevenida
    es novela o algún cuento, insistí
    que te mantiene tan entretenida.

    Sin decirlo, disculpó mi intromisión
    y me dijo que los cuentos la dormían
    que las novelas requerían concentración
    y por eso prefería las poesías.

    Le dije que me daba la impresión
    de que no solamente las leía
    que aunque me demostraba cohibición
    seguro que también las escribía.

    Tamaña acusación negó rotunda
    pero aceptó que siempre había tenido
    entre sus ilusiones mas profundas
    la de escribir, mas no se había atrevido.

    Le pregunté que podía detenerla?
    Si sobraban los temas y entornos?
    Debía haber una forma de atraerla
    sin molestarla ni causar trastorno.

    Quería saber si me permitiría
    demostrarle sin ningún compromiso
    lo sencillo que le resultaría
    empezar a escribir sin previo aviso.

    Le interrogué si estaría dispuesta
    a permitir un poquito de ayuda
    para empezar a escalar la cuesta
    que nos conduce a perder la cordura.

    Con la mirada quería adivinar
    cuáles mis intenciones podrían ser
    sugerí que intentara rebuscar
    en su bolso algún pedazo de papel

    Guardando las distancias, le sugerí
    que se hiciera de una pluma cuanto antes
    se dispuso a buscar con frenesí
    le hacían mucha gracia mis desplantes

    Le pregunté si entre sus virtudes
    tenía la de escribir taquigrafía
    me contestó con una carcajada
    prometiendo que lo intentaría.

    Le dije que pedía su permiso
    para introducirla en la poesía
    que no considerara un compromiso
    le aseguré que le fascinaría.

    Me estaba disponiendo a improvisar
    de un poema la estrofa primera
    y ella lo debería continuar
    aunque fuera de forma somera.

    Respire profundo buscando inspiración
    ella esperaba divertida pluma en mano
    mi mente en blanco entró en ebullición
    y empecé a vociferar como insano.

    Trataba de ocultar mi nerviosismo
    porqué siempre hablo tanto ? pregunté
    toda mi vida ha sido lo mismo
    Y armándome de valor le dicté:

    “Uno de estos días te voy a invitar
    a entrar en mi mundo un solo momento
    yo te garantizo que te va a gustar
    te regalare una tarde de cuento”.

    “Hay muchos lugares para merodear…..

    Hasta ahí llegué con mi dictado
    y con más calma empecé a comentar
    que había muchos lugares de mi agrado
    y que debía escucharme sin chistar.

    Que ella seguramente no conocía
    que poca gente había frecuentado
    y que aunque estaban en las cercanías
    ella jamás se habría aventurado.

    Que dependiendo de la temporada
    podría admirar alfombras flotantes
    que dejan a cualquiera anonadada
    mirando esos lirios deslumbrantes

    Que si era sensible podría escuchar
    el suave murmullo que se producía
    con ese aleteo tan particular
    con que nos reciben empezando el día.

    Mariposas blancas que van presurosas
    obedeciendo la voz de su instinto
    nubes de seres en marcha infructuosa
    los últimos siglos no ha sido distinto.

    Si era cuidadosa podría observar
    las lentas tortugas que tomando el sol
    sobre de algún tronco que hubo que escalar
    se lanzan al agua sin ningún control

    Cuando disturbamos sin querer su ambiente
    majestuosas garzas levantan el vuelo
    dejándonos siempre dudas en la mente:
    Realmente se elevan por sentir recelo?

    No nos consideran dignos de admisión?
    Sienten nuestra presencia como ultraje?
    Su instinto no les deja otra opción?
    O quieren que envidiemos su plumaje?

    Le hablé del rito espectacular
    que a fines de noviembre nos regalan
    asiduos visitantes que al llegar
    con su presencia el lago engalanan.

    Cuando con embriagante algarabía
    descienden con maniobras ensayadas
    que cualquier aviador envidiaría
    si viera acuatizar esas parvadas.

    De pelícanos, patos y gaviotas
    que del invierno llegan escapando
    que viajan desde tierras muy remotas
    siempre puntuales, al instinto escuchando.

    Le comenté del majestuoso vuelo
    de las águilas procurando su alimento
    se lanzan a pescar sin un anzuelo
    y lo consiguen sin ningún aditamento.

    Que hay que guardar un silencio absoluto
    si a los venados vas a alimentar
    si tienes suerte tendrás un minuto
    sin que se lleguen a sobresaltar

    Que si se anima a remar muy temprano
    se va a ubicar en la primera fila
    para observar al astro soberano
    aparecer sobre el agua tranquila

    podrá en el medio del lago ubicarse
    para observar como se inicia un día
    con los sonidos y luces extasiarse
    casi puede palparse la alegría.

    Y cuando me encontraba encarrilado
    me interrumpió muy amablemente
    me dijo que su tiempo había acabado
    y que tenia que regresar donde su gente.

    Yo lo atribuyo a mi falta de coherencia
    jamás habrán oído que yo mienta
    les aseguro que ha sido coincidencia
    cualquier similitud con Cenicienta.
     
    #1
  2. Salvador Pliego

    Salvador Pliego Poeta veterano en el portal

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    5 de Febrero de 2006
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    Largo, pero sostienes un ritmo muy agradable en toda la lectura. Te felicito.
     
    #2
  3. JORSA

    JORSA Poeta recién llegado

    Se incorporó:
    7 de Febrero de 2008
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    Gracias por tu tiempo, paciencia y comentarios.
     
    #3

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