Comprar un amigo.

Amistades legendarias, y consuelos variopintos,
para un mañana distinto y palpitante,
en el que somos agrupados por equipos,
ya que no siempre llevamos la voz cantante ni la sartén por el mango.


Arquetipos; personajes; imágenes... Ensoñaciones. Banda de Rock and Roll.


Somos dibujos tridimensionales que están vivos.
Yo quisiera entablar conversación con todos...
Pero se esfuman. Se ausentan. Se posicionan. Se encaran conmigo.
Y mis manos están vacías. Los agarro por la cabellera. Los tumbo y me los llevo, a rastras.


¿ Qué consigo ? Así, me siguen, por la fuerza baturra. Y luego, lucharán con más agallas.





Ganaré adversarios. Furiosos enemigos.
Mi estrategia es, entonces, atraerlos. No atraparlos.
Distraerlos. No domarlos. Desnudarlos, no vestirlos.
¡ Oh ! ¿ Qué estoy diciendo ? Tengo que poner en orden, mis ideas. Llegaré a viejo sin ningún discípulo.


¿ Sí ? ¿ Dinero, a cambio de amistad ? Eso suena grotesco y vulgar, pero... ¿ Qué diablos ?

 

Un placer pasar y disfrutar de tu poesia , un abrazo afectuoso , saludos poeta .

 

Gracias, señor Delgado. El placer fue mío, por expresar un sentimiento tan humano. Comprar un amigo, es posible. Al menos, contratándole, para unos Servicios. Para unas labores. Porque lo bueno no es gratis.