Con el alma en vilo

Nervioso y algo inquieto me levanto
porque alguien ronda cerca de mi puerta,
con avidez y la mirada incierta,
creando en mi pesar gran solivianto.

No es momento de angustia ni quebranto,
mas, es razón tener mente despierta
y una intuición serena siempre alerta
para una situación que alarma tanto.

Esperando sin miedo al enemigo,
presto me hallo con ganas de luchar,
en el que puede ser mi gran combate

...y un golpe seco, !zas!, pudo conmigo,
el viento y un pestillo sin echar
arruinaron mi honor, ¡qué botarate!
​

 

A veces nos armamos de tanto valor que somos capaces ejecutar un buen soneto como este
un abrazo
Pepe

 

Gracias Alde por tu paso. Saludos. Bernardo de Valbuena.

 

Gracias por tu paso, me alegra verte por aquí …sin sobresaltos , que la vida no está para eso. Saludos. Bernardo de Valbuena.

 

Aquí sigo Pepe que lo jocoso no tenemos que desterrarlo de los poemas, no todo va a ser lo de las hojas de otoño y las mariposas…
Un abrazo. Bernardo de Valbuena

 

Excelente soneto, con un magnifico terceto final que ha traído el buen humor a mi día. Gracias

 

Para un día que pensé que era un valiente el último terceto me fastidió, pero si he conseguido el buen humor del día, me considero un valiente triunfador. Saludos. Bernardo de Valbuena.