Con Escritores y Con Duplex.

Como siempre que me llevo una buena noticia me he desvelado. Y aquí estoy a las cinco de la mañana leyendo y escribiendo

Tendré pues el piso en propiedad y en el podré instalar recibir e incluso alojar a mis amigos (inmigrantes, alcohólicos y drogadictos). Así como a mi hija Julia, que acaba la carrera de Derecho para el año y que tiene mucha querencia por A Coruña. Nos queremos un puñado, además.

Y dentro de una hora vendrán a buscarme mis amigas escritoras Pili y Ana Julia, de la Unión de Escritores, con los que voy a pasar un par de días en Oviedo, entre libros y colegas.
Son maravillosas. Y además yo voy a editar dos libros esta semana, con lo cual la literatura se halla alojada en mi alma esta semana con especial intensidad.

Me he convertido en un escritor. Y ya me conocen en círculos culturales de la ciudad herculina.
Además mi editor Juan Mariñas apostó por mi, espero que le salga bien.

Cuando estoy triste escribo. Cuando estoy alegre escribo.
Es como lo de dormir. Cuando me llevo una alegría no duermo. Un disgusto tampoco.
Esto es que no duermo y escribo siempre. Para vosotros.