Con la vista al horizonte

Muevo la vista el horizonte
y me despeino
con el viento convulsivo de esta lucha
y el invierno.
Tempestad que rompe los cristales
con su aliento,
difusa claridad
coloreada al desconcierto.
No son palomas
las que traen las cenizas
son personas con ideas estreñidas.
Esta fina piola
mal tensada,
Por el lado grueso han cortado,
y dicen, tal vez no pase nada,
muy fácil decirlo de sentado.
En fin, vuelvo la vista al horizonte
y me despeino, y al desatino desatiendo.
Que mal parido desconcierto,
despeinado y solo frente al viento.

17 – 09 2008

 

Excelsas estas letras y con un ritmo excepcional. Te aplaudo tu obra, poeta.

 

Muchisimas gracias Salvador.
saludos