Concepción Remecida

Nadie te canta,
Concepción
nadie te canta.
Cuando tu nombre
atraviesa las distancias
es para verte, otra vez,
herido el corazón
y muda la garganta.
Nadie te canta,
Concepción
nadie te canta.
Paralizada tras la estocada,
aún guardas calor
y amor en tus plazas
e intentas abarcar
en un abrazo de madre herida
a tus hijos atrapados,
a tus hijas asustadas.
Nadie te canta,
Concepción
nadie te canta,
porque en tus patios y parques
hay mudez, temor y rabia.
Mas, de todo ello
surgirá la fuerza,
la templanza de tu gente
ya, muchas veces, probada,
penquistas de pura cepa,
sufridores, luchadores
que han de limopiar tu cara
Concepción,
que levantarán tus casas.
Y entonces, sí,
Concepción,
seremos todos un coro
cantando tu nombre al alba,
a la ciudad renacida,
a esas calles amadas.
De tus ruinas
florecerán primaveras,
del fuego
renacerá tu alma

Enrique Zúñiga Rivas 04/Marzo/2010
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