Condena

Creo que existe una lápida,
hace mucho me pertenece,
debo purgar agonía larga,
cual morir muchas veces.

El cuerpo como vehículo,
que la mayoría desprecia,
ignorando a los símbolos,
que este nos manifiesta.

Morir muy joven,
a veces bendición,
mientras se descomponen,
buenos valores y tradición.

Temo ese agónico espasmo,
pero no a la propia muerte,
y el saber a dónde vamos,
al dejar un cuerpo inerte.

Envidio a los iluminados,
y el optimismo amoroso,
esos que van de la mano,
a un mundo desconozco.

Todos bien hoy podemos,
pero quizás no deberías,
medir tal gloria infierno,
ha sido más fácil tu vida.

Nadie puede ayudar,
si no creen tu dilema,
soñando poder despertar,
sin dolor miedo ni condena…

 

Morir muy joven,
a veces bendición,
mientras se descomponen,
buenos valores y tradición.


Excelentes tus letras
una condena muy reflexiva
saludos cordiales.