Confesión

Pretenderte ha sido, sin duda alguna, el motivo apasionado de la fortaleza de mi espíritu.

Soñar que eres mía, causa imperecedera de mis más locas emociones, es el sólido argumento que invoca mis actos de desespero.

...fugaz cual ráfaga de viento entras y sales en el pequeño espacio de mi entorno y siento el fuego en mis ojos y en mi pecho y en mis entrañas quema, arde y te vas, otra vez, luciérnaga que se apaga, estrella que se opaca con tu partida.

...que queda?

Un suspiro que sabe a tus labios, una gota amarga de despedida y la silueta de una esperanza, un ojalá...

...un vuelve.