Confirmando el vivir

Confirmando el vivir

¡Quiero morir, morir, morir! Mi canto
es lágrima, en la arena, plena; ofrezco
lo que escribo; estoy vivo, y no merezco
tantas vidas en una; inmenso el llanto

barriéndome los ojos; si el espanto
del hombre digo, y sigo, desfallezco;
alumbro mi morir, muero y padezco
fuego liento; este aliento; me levanto

cosido a vuestra sangre; ved, amigos,
algo toca a mi puerta, y los postigos
revientan; me alimentan los minutos

clavados en el alma; asoma un quiero
creer que somos uno; todos; pero
tan sólo Dios entiende de absolutos.

 

En efecto, todos somos Uno.
Pero ese Uno, es diverso: Universo.
Por ejemplo: Todos somos Gaia. El planeta Tierra.
Pero Gaia contiene múltiples lugares, que ofrecen paisajes distintos, unos de otros.
Y cada tribu se adapta a esa región que habita.
Adaptación, costumbre, resignación...
Preferimos lo primero.
Por ello, resignarnos a vivir en un lugar que no nos gusta, es motivo suficiente para cambiar de aires.
Y por eso, la Humanidad fue a pie, por cada continente, rellenándolo.
Buscando otras opciones.

 

Todos para uno, y uno para todos.