Congelada

Trabajo igual que todos ustedes y me cuido muy poco realmente; soy fuerte no lo niego.
Del sexo no me puedo quejar, soy varón de nacimiento y siempre tratando y tratando de demostrarlo, mi mujer no me lo permite.
Como todo varón que se respete, llego a casa con mis cervezas, doy un beso a la dama y la pongo en el frío; el fútbol me gusta, pero puedo mal vivir sin él.
Ella no trabaja pero nuestras hijas están casadas y viven lejos con sus bien pagados esposos e hijos, muy bien todos.
Y yo, para que les cuento, el fin de semana pasado prepare todo para una buena desquería (amo pescar, vivo por pescar y no como pescado);fui al banco deposité el cheque de la semana, pedí el balance y me sobró el dinero;compré unas orquídeas, unos apestosos calamares para carnada, y me dispuse a sorprender a mi querida esposa:
Ésto es para ti porque es lo que te mereces;
Me sonó tremendo bofetón y me tiró los calamares por la cara(congelada se veía horrible).
¿ En realidad me lo merezco?.

Por suerte tengo una vecina divorciada, que no está nada mal, tampoco trabaja es más joven quince años que yo y tiene tres hijos en Cuba. ¿En realidad me la merezco?

De Mijares, sí.

 

Si no hay pan, buenas son tortas. Saludos.

 

no todos los días tenemos suerte, grato leerte

 

Tal vez pensó que los apestosos calamares eran para ella. Ja ja ja...

Gracioso relato. Salud, ventura y amor.