Conico

Confinado a su apareamiento
este sol se llamo helios, donde el sol
destruía las estrellas
en cada sitio de las ciudades en la tierra
cosmos despertaba su nombre
sin cualquiera que se tratase...

estaba escrito y cualquier astro dimitía del cosmos
la oreja, el tacto, los ojos
y la cabeza de los destructores.

Yo solo podía ver sus ojos,
estaba oscuro y sin noche
desapareciendo entre la luna
un rocoso beso de altiplanos
entrometidos... bajo el sol.

Y en la puerta un doloroso esfinge
permitía el acceso cruzando los arroyos lunares
sin detener el tiempo y aclarando
que la luna apenas despierta.

Pues el reloj biológico bromea
cuando todo esta bromeando alrededor del sol
gritando por el planeta
estando a un punto de someter a las deidades.

 

Grata lectura, saludos Isaac Newton

 

Un gusto.
Saludos