Consecuencias

Dice la historia que un día apareció de las sombras un ser nunca visto.
Consigo, toda vida arrastraba, su virtud era la peste y como animales de compañía siempre las ratas llevaba.
Su semblante, indescriptible, fúnebre, poseía una risa calaberica capaz de petrificar a cualquiera.
Sus ropas inframundanas indicaban quien era: Caronte, el mensajero de Hades, había resurgido de entre los muertos.....
Iría buscando pasajeros para su embarcación, pero sólo aquellos que el precio pudiesen pagar....
Un buen entierro daría salvación a los desdichados aunque muchos cuerpos serían devorados....
En esa tierra se notaba el paso de una presencia.
Ares, dios de la guerra, había arrasado todo.....
Y, como siempre ocurre, los débiles e inocentes, fueron los más perjudicados.
El poblado quedó desolado y los supervivientes, hambrientos, destrozados, marcharon a lugares lejanos en donde no serían sino extraños.....