Consuelo Rodriguez La Niña de Mayo

Ayer he despertado pensando en ti,
en que han pasado años y no te he vuelto a ver,
me embriaga la nostalgia, quisiera llorar,
pero recuerdo entonces que vives para mí.

¿Habrás olvidado el primer beso, de aquella noche,
de esa noche de mayo junto a tu casa?
dirás el amor llega y el amor pasa,
pero lo nuestro vive aun entre tu pecho.

Eras niña aun en esos días,
que acariciando tus cabellos me decías:
- seré sólo de ti, tuyos mis besos y alegrías
seremos tu y yo dos melodías -.

Habitaba en nosotros la alegría sin medida,
pero llego agosto, un mes maldito,
tu madre llevo nuestro amor al infinito,
causando en mí una eterna herida.

Reanudar de nuevo quisimos ese amorío,
volví hacia ti con fuerza de amor y con delirio,
pero no había amor en ti, existía el martirio
aunque quise abrigar tu amor, tú morías de frío.

Y tuve que partir sin ninguna espera
como lo hace el eco al romper el grito,
pero en mi soledad me llego un escrito
donde decías – vuelve antes que muera -.

Empecé entonces a escribir la historia
y llegué una tarde sin que lo supieras,
y lloraste mucho de amor y de alegría
porque no creías que aun te quería.

Y cuando más pedías, no podía darte,
y volví después de un largo año
para mí fue tristeza, para mí fue un daño
porque ya no eras la niña de mayo.

Hoy me contaron que sola aún vives,
que sigues pensando todavía en mí,
que culpas a tu madre por lo que hoy sufres,
y te alejas cada día, mas y más de mí.

Como quisiera verte para poder mirarte,
para ver si los años pasaron en ti,
porque he sufrido mucho por no poder tenerte,
dime tú que sientes al estar sin mí.

Quizás tus labios mancillaron los míos
quizás a otro hoy entregas tu amor
pero no olvides que fui yo el primero
quien te beso en la boca hasta hacerte soñar.

Aunque tú, todo lo hayas olvidado,
aunque no exista en tu pecho el dolor,
fuiste en mi jardín la preferida flor,
eres en mi recuerdo la niña de mayo.

Como pasa el tiempo y el recuerdo queda,
como pasa el día y la noche llega,
todo pasa y pasa más tu amor no llega
se fue al infinito llorando una mañana.

No me olvides por favor yo te lo pido
has de nuestro amor un gran secreto
no le digas a nadie que he vivido
y que vivo aún recordando lo nuestro.

No pierdas la fe en Dios porque él nos mira,
porque otro consuelo, no lo hallo,
te amé y te amo aún mi dulce Palmira,
y te recuerdo siempre, como la niña de mayo.