Convalece

Convalece.


El tiempo puede causar terror,

se vuelve ominoso justo después de que llegó el amor.

Solo los relojes areneros…

poniendo a prueba todo aquello que quisiésemos que fuese eterno.


¿Cuántos afectos dulces y mielosos

se fueron consumiendo… despojados de los gozos?

Las lluvias corroyeron el corazón frondozo

cambiaron tu semblante,

diluyeron el querer más férreo…

lo convirtieron en el más distante;

negligencia criminal, justo allí, desde un instante.


Luego los vientos se llevaron la decencia,

y un silencio abismal arrastró hacia la inconciencia.

El tacto y la elegancia de una cortes despedida,

todo en honor por la experiencia compartida…

nunca llegó;

solo un eco del viento, y la nada triunfó.


Cultivamos la confianza…

con una cautela gatuna, esquiva como la luna.

Y luego de forjarla tras décadas de amables confidencias

Nos abrimos de par en par, vulnerables ante la existencia.

Algunos entregan todos sus secretos,

Confiesan todos sus miedos…

Se entregan a las manos del otro…

Sabiendo que algún día podrían pagar un precio:

Divagar en el limbo, en aquella la marginalidad del abismo…

Y ser Un alma rasgada, por el menosprecio más mezquino.



Entonces arribará el milagro,

Justo cuando estés a punto de cometer el acto

Una destello intenso, una epifanía a tu lado.

Te hará ver que en la gran prueba,

Ha sido la verdad quien ha triunfado.

Y luego de transitar solo y abrumado…

Un susurro en el hombro, te dirá que eres afortunado.

El tiempo dejará de ser un ángel del terror,

Se convertirá en aliado y protector…

Te contará que todo aquello que se ha marchado,

no estaba hecho para ti, te acabaría destrozando…



Besa tu frente, limpia tu mente…

que es solo cuando la fidelidad se comparte frente a frente…

que el tiempo y su paso, te bañarán en el deleite.

Serás uno solo, y aún así, parte inherente del aquel otro.
.
Y entonces una dicha latente,

los vivirá en éxtasis... por siempre.

 

Hermético, pero en cierta forma concreto.

 

Sencillamente tenemos justamente lo merecido y el tiempo arrastra el provenir cual dimensión. El pensar es nuestra adversidad latente que tiene la magna osadía de congelar el tiempo en todos sus tiempos...