Convenciendo a Dios

Aun estoy tratando de convencer a Dios
que me deje amarte
algo mas que una eternidad
que esta estadía en la mortalidad
sea un mero tramite
para compartir tu alma a la mía
Yo soy la hoja marchita
que anhela el beso tu lluvia
que me arranque de la rama
y así abrazar el suelo
o si hay suerte quizás tu cuerpo
yo soy ese oculto verano
que se esconde detrás de tu almohada
cuando el invierno te arrincona en tu cama
cuando refugias tu soledad
bajo las mantas y tus sabanas
yo me llevo tu nombre en los bolsillos
en los pinceles que te escriben en mis paredes
en el viento que empuja tu recuerdo
abajo... mas abajo aun de mis venas.

Tengo cicatrices en la piel
que continuan su trazo en tu piel
tengo besos que acumulo en la barbilla
y caricias que disimulo
en las lineas de mis manos
tengo tus gestos y tus muecas
tus lagrimas que guardo en un florero
tengo la ecuación
donde uno mas uno es tres
donde tu eres mi algoritmo
y el resto solo sale sobrando
aun sigo tratando de convencer a Dios
de que no es necesario que murieramos
para amarte eternamente.

Tu eres mas que el fruto prohibido
la frase del brindis al alzar mi copa
el ultimo rezo antes de dormir
la canción perfecta para enamorar
Tu eres mas que mi vida
eres la muerte que arrulla mi alma cansada
eres el ave que aun sabiendo que vuela
también sabe que necesita caer para descansar
Tu eres la musa en mi ceguera
el infinito que existe
cuando mi boca esta lejos de la tuya
Aun estoy tratando de convencer a Dios
que me deje vivir contigo eternamente
o me haga un calendario
donde no exista ni meses
y mucho menos años.

 

Hermosa composición nos dejas, no te preocupes que dios o lo que halla siempre te acompañara en otras vidas, ¿nunca has tenido la sensación de ver a alguien y decir, de que me suena esa cara? la vida es sabia, no se acaba donde creemos, siempre hay un después.
Un placer, saludos.