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Conversación con una piedra ( por Wislawa Szymborska)

Tema en 'Poetas famosos, recomendaciones de poemarios' comenzado por prisionero inocente, 24 de Diciembre de 2012. Respuestas: 1 | Visitas: 1227

  1. prisionero inocente

    prisionero inocente Poeta que considera el portal su segunda casa

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    15 de Noviembre de 2010
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    Llamo a la puerta de una piedra.
    -Soy yo, déjame entrar.
    Quiero penetrar en tu interior,
    echar un vistazo,
    respirarte.

    -Vete -dice la piedra-.
    Estoy herméticamente cerrada.
    Incluso hecha añicos,
    sería añicos cerrados.
    Incluso hecha polvo,
    sería polvo cerrado.

    Llamo a la puerta de una piedra.
    -Soy yo, déjame entrar.
    Vengo por mera curiosidad.
    Sólo la vida permite satisfacerla.
    Quisiera pasearme por tu palacio,
    y luego visitar una hoja y una gota de agua.
    No me queda mucho tiempo.
    Mi mortalidad debería ablandarte.

    -Soy de piedra –dice la piedra-
    Imposible perturbar mi seriedad.
    Vete,
    no tengo músculos risorios.
    Llamo a la puerta de una piedra.
    Soy yo, déjame entrar.
    Me han dicho que encierras salas enormes y vacías,
    nunca vistas y bellas en vano,
    mudas, donde nunca han retumbado los pasos de nadie.
    Confiésalo: ni tú misma lo sabías.

    -Salas enormes y vacías –dice la piedra-.
    Pero no hay espacio disponible.
    Bellas, quizá, pero no para el gusto
    de tus limitados sentidos.
    Puedes verme pero nunca catarme.
    Mi superficie te da la cara,
    pero mi interior te vuelve la espalda.

    Llamo a la puerta de una piedra.
    -Soy yo, déjame entrar.
    En ti no busco refugio para la eternidad.
    No soy desdichado.
    Ni carezco de techo.
    Mi mundo merece el regreso.
    Quiero entrar y salir con las manos vacías.
    La prueba de haber estado en ti
    se limitará a mis palabras
    en las que nadie creerá.

    -No entrarás –dice la piedra-.
    Te falta el sentido de la participación.
    Y no existe otro sentido que pueda sustituirlo.
    Incluso la vista omnividente
    te resultará inútil si eres incapaz de participar.
    No entrarás; ese sentido, en ti, es sólo deseo,
    mero intento, vaga fantasía.

    Llamo a la puerta de una piedra.
    -Soy yo, déjame entrar.
     
    #1
    Última modificación: 24 de Diciembre de 2012
  2. MARIAM

    MARIAM Invitado


    Llamo a la puerta de una piedra.
    -Soy yo, déjame entrar.
    Quiero penetrar en tu interior,
    echar un vistazo,
    respirarte.

    -Vete -dice la piedra-.
    Estoy herméticamente cerrada.
    Incluso hecha añicos,
    sería añicos cerrados.
    Incluso hecha polvo,
    sería polvo cerrado.

    Llamo a la puerta de una piedra.
    -Soy yo, déjame entrar.
    Vengo por mera curiosidad.
    Sólo la vida permite satisfacerla.
    Quisiera pasearme por tu palacio,
    y luego visitar una hoja y una gota de agua.
    No me queda mucho tiempo.
    Mi mortalidad debería ablandarte.

    -Soy de piedra –dice la piedra-
    Imposible perturbar mi seriedad.
    Vete,
    no tengo músculos risorios.
    Llamo a la puerta de una piedra.
    Soy yo, déjame entrar.
    Me han dicho que encierras salas enormes y vacías,
    nunca vistas y bellas en vano,
    mudas, donde nunca han retumbado los pasos de nadie.
    Confiésalo: ni tú misma lo sabías.

    -Salas enormes y vacías –dice la piedra-.
    Pero no hay espacio disponible.
    Bellas, quizá, pero no para el gusto
    de tus limitados sentidos.
    Puedes verme pero nunca catarme.
    Mi superficie te da la cara,
    pero mi interior te vuelve la espalda.

    Llamo a la puerta de una piedra.
    -Soy yo, déjame entrar.
    En ti no busco refugio para la eternidad.
    No soy desdichado.
    Ni carezco de techo.
    Mi mundo merece el regreso.
    Quiero entrar y salir con las manos vacías.
    La prueba de haber estado en ti
    se limitará a mis palabras
    en las que nadie creerá.

    -No entrarás –dice la piedra-.
    Te falta el sentido de la participación.
    Y no existe otro sentido que pueda sustituirlo.
    Incluso la vista omnividente
    te resultará inútil si eres incapaz de participar.
    No entrarás; ese sentido, en ti, es sólo deseo,
    mero intento, vaga fantasía.

    Llamo a la puerta de una piedra.
    -Soy yo, déjame entrar.




    Me he permitido cambiar el color de texto para que pueda leerse.

    Tal vez la piedra sea esa verdad que buscamos y de la que apenas somos capaces de conocer la superficie con nuestros limitados
    sentidos. Interesante poema. Gracias por compartirlo. Abrazos.
     
    #2

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