Corazón del poeta

que mira la ciénaga

y se imagina que vuela su corazón de poeta

Baja los ojos y mira la tierra

se dice así mismo de polvo y de tierra

Corazón del poeta que juega con las abejas

ellas lo pican él siente tibieza

Corazón del poeta que piensa en sus dueñas

ellas lo inspiran él muere de pena

Corazón del poeta de sangre y de arena

late intranquilo cuando su hembra lo besa

Corazón del poeta que morirá en la selva

el tigrillo lo acecha entre la obscura maleza

él solo espera con noble prudencia

el mal paso del corazón del poeta

se le abalanza al unísono del grito del poeta

y le arranca despacio su corazón de poeta

Ha pasado las horas ha pasado la mesa

El tigrillo llora soñando que vuela

Mira el guacamayo con profunda extrañeza

le grita le grita y hasta le ruega

luego se duerme en su cueva negra

mira su pata y siente tristeza

con ella jamás escribirá un poema.

 

Me gustó mucho tu poema, un acento por ahí le mejoraría el rostro. Pero, por su contenido insólito, casi bucólico, casi íntimo, y que deja la sensación de flotar en un ambiente incierto sin dejar de ver el dibujo virtual del poeta, creo que disfrutaría de más lecturas en Surrealistas con otros de su misma naturaleza. Felicidades poeta.

 

Admirables letras de una inspiración preciosa. Alta calidad.