Corazón Gélido

Contra mi pecho puse
tu corazón de hielo
en afán de entibiarlo
con mi corazón bueno;
y me helaste las ansias,
la fe y el sentimiento.
Cuando por fin ardiste
tu corazón de fuego,
no entibiaron sus llamas
mi corazón, ya gélido.
No importa, no te culpo;
Culpable fue mi anhelo:
Nunca quisiste darme
ternura ni tormento.​

 

Auch, que tristes versos, que huelen a reclamos, pero sin rencor, versos que transmiten sabidurías y una gran reflexión, porque es cierto, cuando uno entrega un corazón bueno y en ese momento no se obtuvo la misma respuesta, es díficil que cuando quieran hacerlo puedan entibiar un corazón herido. Un abrazo poeta.

 

Hermoso, espléndido, conmueve y es bello.
Desde Mar del Plata, abrazo fuerte al corazón.

 

Muchas gracias, Mar, por tu atención y válido concepto.
Abrazo!

 

Muchas gracias, Jorge. Siempre es un agrado para mí, tanto tu atención como tu comentario.
Hasta siempre.

 

Intensos y sobrecogedores tus versos amigo...un gusto leerte...
Te abrazo con todo mi cariño...

 

El gusto de tu atención y comentario es mío, Darkness.
Mi abrazo y cariño también para ti.