Corpúsculo

Ahora cae el último pétalo
de la flor sacralizada
por la unción
del tiempo mártir.

Todo es silencio
en nuestro tránsito por fieras sendas
para ensordecer
nuestra conciencia y carne

Esperamos el parpado de la noche
para encubrir
la nulidad de nuestra crónica.

¿Estamos socavando
el tegumento de la infinitud
para encontrar
un corpúsculo de circunspección?

¿Estamos destinados
a ser briza sideral
entre las oquedades del tiempo?

¡Enloquecemos de vértigos astrales!

Arderemos en praderas intensas
bajo el maternal palio de la noche,
hasta mudar
nuestra máscara
de imposturas precarias.

En las cumbres más altas
contaremos
una por una
las estrellas moribundas
hasta llenarnos de su miedo
a la inmensidad voraz.

¡Hasta ungirnos con su vesania!

Somos arena gris
en las arenas de lo Inmenso
que no conoceremos
el rodar de la Eternidad.

Mientras,
la gota de la vida
se diluye
en el oscuro océano.

Temblaremos de éxtasis
ante la llegada
del final más ansiado.

Y el silencio no será un muro,
sino la conjugación
de lo perfectamente delineado
en el Vacío,
en el Frío,
y lo Atemporal.

 

Muy interesante poema sobre los misterios del universo y la vida. me ha gustado tu obra. Abrazos.

 

Muchas gracias Master por tu amable comentario.
Un abrazo a la distancia.

 

muy buenos versos . Te llevan de viaje. A la vuelta uno llega
más humilde,más alado más humano
Mis felicitaciones

 

Muchas gracias Riolita, por tu amable comentario.
Te mando un gran abrazo.