Cosas de trenes

Ver a un anciano llorar,
realmente, te puede golpear por dentro,
dejarte pensando en los trenes que se van
o que nunca llegan.

Hoy me pasó eso en el andén:
vi a un viejo que lloraba como un niño
al cual le sacaron su golosina.

Me acerqué a él y le pregunté:
―¿Por qué llora, hombre?
Él me miró con sus llorosos ojos y me dijo:
―Porque perdí el tren.
―Pero…, este tranquilo, hombre,
lo puede tomar devuelta. Le dije confiado.

Me volvió a mirar y me dijo:
―¿Sabes lo qué es estar toda la vida mirando detrás de la ventana
como pasan los trenes
y, finalmente,
cuando decides tomar uno de ellos,
este ya no pasa?

 

Los trenes y los andenes tienen un especial significado para mí, pues viaje mucho en ellos de niño. Gran trabajo, amigo poeta ! Un abrazo

 

Un enseñanza filosófica, Danie,saludos compañero

 

...Has dejado unas letras, para meditar, Dani, solo hay un tren que falta que pase, pero el jodido tarda demasiado, jejejje.
Un abrazo