Cosmogonía

De tus labios cosmogónicos se desprendieron mariposas
tornasoladas, y en ese juego mágico espesas de sonrisas,
tu corazón irradiaba el azar imprevisible,
momento justo en el que se gestaba una bebé
correteando por el prado con la plenitud de tu sonrisa.
Oh, amada, deja a nuestra vida llenarse de contenido,
levanta tus manos e inclínate cuando recorras otra vez el
largo derrotero descubierto por nuestros cuerpos fogosos.
Te prometo dar un nuevo salto de piernas abiertas
y cruzar el puente vacilante para verte yaciente, dormida.
Oh, amada, puedo ahora limpiar mi frente de sudores
viejos, puedo ahora derrumbar el pasado y entrar en
cada instancia y entrar en cada vivencia sin resquemores,
también puedo retornar sin remordimientos a la piedad
y a las fuerzas que invocan durante el crepúsculo púrpura
donde se encuentran las flores, oh flores bellas y amadas,
Oh flores, flores secretas donde dormimos el sueño estigio.

 

Profundos versos de un amor insoslayable y bordado con ternura.
Placer inmenso visitarte Julius. He disfrutado de un genial poema.

 

Ramiro, profundamente conmovido por tu apreciación te envío un saludo afectuoso.

 

Catina, todavía no he visto tu comentario pues figuras en alertas. De todos modos te agradezco que hayas pasado por mi página. Saludo afectuoso.

 

Desprende una inmensa ternura este poema tuyo. Me encanta Julius, nítido y bello. Saludos amigo.

 

Muy gentil y profundo es tu comentario para este poema por lo cual agradezco tu sabia y pormenorizada percepción. Amigo sin duda eres genial y sabes sugerir donde está mi fuerte. Saludo fraternal de Julius

 

Agradezco tu atinado comentario, poetisa; y también que hayas atinado con un poema de tu gusto. Saludo respetuoso de Julius