Credo, amor y sueño.

¿Cómo sabe el sabio

si el soñar es desvarío,

o es premonición?

Si al observar

las gotitas del océano,

que captan tu visión.

Aguas con verdes algas

que a mundos de antaño,

dan resurrección.


Pero a diferencia de aquellos

gran aflicción me traes,

al ojear.

Y el néctar de tus vistazos

me flagela con

tu pestañear.

Una mezcolanza de emociones

es el perfume que mi sueño suele

permear.


Porque si en vigilia

me restrinjo de tu abrazo,

en sueño hay libertad.

Y no existe credo

que damnifique lo sagrado,

verdadera caridad.

Ni es el dogma impedimento

de entregarnos a los besos,

comunión en realidad.


Aunque si quisiera

embriagarme en la esencia,

de tus cabellos.

Los lotos que te adornan

de suaves pétalos,

cual escalpelos.

Seccionan mis mejillas

que sangran con lamentos,

sobre ellos.


Pues es aquella flor

cual la belleza,

del veneno.

Cuando la fe

es como cizaña,

en el centeno.

Prohibiéndote al amor,

cuando la soledad es la aflicción

y la pasión es el galeno. ​

 

Libertad, entre los susurros del tiempo y la cavidad de la belleza .
Un gusto, saludos.