Creer de nuevo en los oceanos

(tarde del 26 de agosto)

La soledad vino y fue corta
el amor acompasado se retuvo
tus ojos más seguros que los míos
aún hoy sigo en precipicios


Dame un beso
acuífero de tu boca
salda el cielo y vuelve
tras las rocas

Algún camino habrá q nos discierna
un soldado eterno en un misterio
un jinete, camino sobre el suelo
un amor, sol concreto

Dame el suelo de tus secas maniobras
arrebata la paciencia mi impaciencia
precipita mi boca en tu boca
son las rosas, de la tierra, dormívela

Vuelve y cambia
no me digas que acrecientas
ahora sudo y transpira la prudencia
nada tengo en tu ropa con las velas
todo quiero, todo suelo, todo pesa


El calor que ahora llega me traspasa
la mirada que me miente, me colapsa
subiría a la fragua con una recua
bajaría del pescante en volandas

Llenaría de cestos mil impropios
improperios de mi boca entre olvidos
la paciencia de la nada nada hace
al instinto de comerte entre misales

Vuelve patria, no me niegues
no me alces, no me llega la paciencia
all coraje, de la boca, cantinela sin pesares
no he pensado y ha llegado el impulso
a ser un umbral de no dictados

La ropa se me moja en los sueños
y los ojos se desbordan sin tenerlos

Quiero salir de esta lenta letanía
y volver con el sueño despechado
llenarme la boca de imprudencia
y creer de nuevo en los oceanos

 

Tremendo poema, que lindo fue encontrarte compañera.

Felicidades un abrazo luminoso para ti.

 

Gracias por tus palabras. Tremendo es un adjetivo maravilloso para un poema.

Un abrazo:
Maca

 

Luzyabenta, gracias por tu interpretación, "la lucha interna de diluir lo negativo para que entre la esperanza del porvenir deseado". Ese porvenir que desea los océanos, su frescor, su azul.

Un abrazo:
Maca López