Criatura.

Insipidez del agua potable y fresca que me bebo.
Tele-transporte, dentro de una pirámide egipcia, hacia una estrella de Orión.
Mi cuerpo reaparece de inmediato, en el interior de otra pirámide, dispuesta en otro planeta.
De las blancas, a las negras en Ajedrez, hay un gran salto cuántico.


Sub-atómico.


Quisiera detener el tiempo, para congelar la imagen, y pausar los engranajes de la cinta de vídeo.
Acogerte en mi seno, con soltura, para leerte obras de Literatura.
Que tú comprendieras, para educarte y corregirte, pequeña criatura.
Pero estás tan expuesta a los evidentes cambios de la Divina Comedia del firmamento...


Que eres tú, la encargada de escribir cada documento. Con tus actos. Con tus acciones.


Recuerdo tus bellas facciones.
La pulcritud de tu caligrafía. La forma en que me dabas los buenos días.
Cómo el regreso a la escuela te hacía sonreír.
Y un dolor de muelas, muy intenso, al médico-dentista te hizo ir.


Muchas vicisitudes hemos pasado, los dos juntos. Me echas en falta, algunas veces.


Porque el Universo cabe en un punto.
Son los pequeños detalles, de una hermosa vida.
Pequeñas batallas, que nos abren alguna herida.
Pequeños tesoros, porque son historias que contar, a nuestros nietos.


Yo te quiero, y te beso. Pero pienso que eres una de mis marionetas.

 

¡Qué criatura más maravillosa! He sentido celos..., jajajaja. Un abrazo, Nommo, amigo poeta. Manolo.

 

¡ Gracias, amigos !
He sido protagonista inmerecido.
Hoy, es mi día de suerte. Me estoy luciendo.
Porque abro mi corazón, y amo. Amo, amo.