Crimen Legal

Crimen Legal
Autor: Edgardo Gómez.

En un claro de agua y luna, ya sentía mi fortuna,
un olor a rosa y muerte, ella saltaba de un puente.
Los problemas se acabaron, un pasado que ocultar,
ya no hay voces delatoras ni el pecado confesar.

Sigo el curso de la vida como un digno empresario,
y en las noches ya no duermo por el peso de mi mano,
que explota y produce dolores por doquier,
y que recibe los placeres del mismo Lucifer.

Ella era de la vida, de amores remunerados
de los días dormidos y señores desvelados,
utilizaba como arma su cuerpo desgastado,
y todos la juzgaban como un perro desahuciado.

Nadie supo que quería ser maestra en Buenos Aires,
bailar tango en las noches con un traje elegante,
a los hijos que nunca tuvo con caricias mimarles
y en el eden del Caribe con su novio casarse.

El genio se negó a cumplirle sus deseos,
y no le bastó, la encerró en la botella,
que hizo de ella una comerciante sexual
que batallaba día a día una contienda desigual.

Como un adicto dependí del servicio carnal,
que era enemigo permanente de mi posición social,
estructuras morales que destruía cada noche,
y en las mañanas construía sin el menor reproche.

Ilegal e inmoral, yo buscaba el deseo
en un cuerpo desechable que ahora no veo,
que no amerita rastreo, el poderío primero
cometo un crimen legal, nadie me puede juzgar

La montaba en mi coche, ella gritaba de “goce”?
violaba su alma virgen en diferentes poses.
Mientras mi familia dormía en una mansión
por el delito cometido debería ir a prisión.

Todo salía perfecto hasta que perdí el control
no se si fue la droga o la presencia del alcohol,
se generó una tormenta de sucesos favorables
que en mi contra gatillaron el deseo de matarle.


El secreto ha revelar, ella me iba a delatar,
sin despecho ni temores al pecado capital,
mi empresa iba fallar y mi vida a colapsar,
por una puta que no calla, pero la haremos callar.

El plazo propuesto, hasta mañana al mediodía,
en un claro de agua y tierra que creaba melodías,
un réquiem funerario de melancolía fría,
que cerraba la sentencia de dos diferentes vidas.

Ella saltaba de un puente, empujada por mi mano,
mi conciencia condenada al recuerdo del pasado,
encadenada, muerta en vida, por un crimen urbano,
cometo un crimen legal, nadie me va a condenar.

Ilegal e inmoral, yo buscaba el deseo
en un cuerpo desechable que ahora no veo,
que no amerita rastreo, el poderío primero
cometo un crimen legal, nadie me puede juzgar

Ilegal e inmoral, yo buscaba el deseo
en un cuerpo desechable que ahora no veo,
que no amerita rastreo, el poderío primero
cometo un crimen legal…


Esta e suna canción que escribí y que pronto he de publicar. Este es mi primer mensaje enel foro. Espero que les guste.

 

Muchas gracias.
Cuando cante la canción en unconcierto, probablemente les envíe el link.
Muchas gracias por comentar.
De hecho es así, cuando clasificamos actos por el sujeto que lo comete y no por el acto en sí, nos enfocamos en el quién y juzgamos por quién es esa persona, no por lo que ha hecho.
Saludos desde Costa Rica (soy chileno, pero estoy estudiando un tiempo en el caribe).

 

¡Cuánto talento Mohamedito!. Te auguro un futuro brillante. Describes en este verso-canción el submundo de la corrupción, originado por la mala formación educativa y por ende familiar que aqueja a nuestras naciones. Pienso que otros versos-canciones deberían estar dirigidos a las instituciones educativas y a la familia, para ver si algún día podemos librarnos de la plaga que es la corrupción y la falta de sentimientos. El aberrante crimen descrito en tu poema se ha vuelto costumbre.

Esperamos tu link para poder disfrutar de la canción amigo. Recibe besos y abrazos de Dilia.

 

Gracias por el comentario.
El concierto será en Febrero entonces por esas fechas subiré el video.
Es importante denunciar sin mirar quién comete la acción.
Me parece impresionante que como sociedad en general hemos perdido la capacidad de asombro. Uno de mis mejores amigos es de Palestina, y me dice que en el Meido Oriente, también sufren un proceso similar.