Crímenes cósmicos

Crímenes cósmicos

El gran tirano Lenox Jupiter ha llegado a invadir de nuevo la galaxia, luego de una avería con su máquina del tiempo. Un desajuste en sus componentes debido a los líquidos de la constelación morada y los gases provenientes de hoyo negro TZ2T234, han originado un corto circuito en el generador principal. No ha podido superar la velocidad de la luz para hacer esclavo al planeta Centurion X, y por eso ha vuelto a la tierra sin poder dormir por más de tres días.

Cuando se priva de su sueño aumenta sus poderes, los gases y los líquidos interestelares lo convierten en un ser despiadado que busca venganza sobre seres débiles a los que llama súbditos y que obedecen a sus órdenes más por miedo que por respeto. Ha declarado la guerra inminente y habla de un aniquilamiento sin retorno para nuestra pequeña colonia.

La guardia planetaria me ha encomendado proceder a darlo de baja. Luego de trece largos años me he entrenado con los sabios de planeta Jarin, quienes me han provisionado de poder ante la manipulación; ya que Lenox Jupiter controla los abastecimientos de comida para toda la humanidad al hacerse con el control de todas las existencias nutricionales del planeta. Se me ha encomendado una operación encubierta en la cual deba sacrificar alguna de las súbditas: especialmente escogida como una voluntaria que en la historia de las guerras ha sido fácilmente vulnerable, debido a su extrema condescendencia y fragilidad. Pero a la vez catalogadas como de suma importancia, ya que de estos especímenes depende la arborización neuronal de la colonia.

Mientras que la subdita Femmeraria lo distraiga, y el emperador crea tener el control sobre todo su sistema nervioso por medio de sus rayos sónicos, yo atacaré por la espalda, clavando la daga de amatista de los cuatro genios de la región septentrional Hosana.

Se me ha indicado sobre la peligrosidad del individuo, puesto que en otras ocasiones ha visitado el planeta y se comporta de manera colaborativa y ceremoniosa para acabar contra las plagas de marte y Venus. Aun así, se me ha encomendado esta misión debido al carácter impredecible de Lenox Jupiter y a mi determinación durante los últimos cinco años. El reinado de un ser perverso y dictador pronto llegará a su fin, y en todo el reino escucharemos las flautas de la paz y la independencia…

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En la estación de policía Bakersfield hay un gran caos luego de una denuncia realizada por habitantes de la calle 24, en Sinacut. Según el reporte de la informante durante más de cuatro horas se escucharon ruidos estrepitosos provenientes de la casa tres, manzana cuatro, además del llanto constante de una mujer y el grito lastimero de un hombre. Posiblemente creen que haya habido una tragedia en esta ocasión, ya que aseveran que no es la primera vez que ocurren esta clase de escándalos en aquella vivienda.

Los hombres luego de llegar a las coordenadas han encontrado un escenario atroz: una mujer asesinada a golpes, con el rostro totalmente desfigurado, su cuerpo flotando en su propia sangre. A dos metros de ella, un hombre corpulento, plausiblemente su esposo, asesinado por dos puñaladas en su espalda. El arma del crimen aun reposando caliente entre sus órganos. En una de las esquinas de la sala, lugar en la cual se ha perpetrado el crimen, un niño tiembla acurrucado, con la mirada perdida, enajenado de este mundo.

Han pasado tres días luego de la inspección de la escena del crimen. Se ha recogido toda la evidencia posible, y se ha intentado interrogar al único testigo que parece hechizado por un mutismo más allá de este mundo…

¿Cuánto tiempo lleva el niño sin hablar? – pregunta un hombre negro con sendas entradas en su cráneo, con una mirada que delata varias noches sin dormir-

Detective Smith, luego de más de dos horas el niño por fin ha pronunciado palabras, y ahora lleva un largo rato en el cual solo habla en un lenguaje fantasioso, habla de la venganza contra el emperador Lenox Jupiter, la corte marcial que le encomendó la misión de aniquilarlo, habla de las súbditas Femmenarias sacrificadas, de la manipulación para el fin del reino y la galaxia, del carácter impredecible del emperador. Sospechamos que hace parte del espectro autista, pero lo más seguro es que sea un niño con una gran imaginación – respondía diligentemente un hombre joven, uno de los policías encargados del caso -

¿Hay nueva evidencia en la escena del crimen, creen que el niño lo hizo? - El hombre con una tez brillante observa obnubilado la evidencia recolectada -

- Hubo una llamada anónima, una mujer que no quiso revelar su identidad aporta a la investigación que el señor Melendes era taxista en la empresa en la que trabajaban juntos. Tomador, buscapleitos, tenía una pésima relación con otros conductores, y en la última semana de sus labores, había tenido dos infracciones de tránsito. Se pregunta por qué no lo habían expulsado -

- Varias veces escucharon al señor Melendes hablar por teléfono con una mujer, presuntamente su esposa, tratándola con improperios y amenazando de acabar con su vida. Increíblemente ningún vecino apoya la hipótesis de que el señor Melendes, padre de familia asesinado, era un maltratador consumado, y tanto su hijo, como su esposa eran víctimas de violencia intrafamiliar. Parece que, de dientes para afuera, posaba como un excelente padre y esposo-

Luego de los pormenores de la llamada anónima, el detective Smith sabía que no tenían mucho más que hacer para determinar los sucesos de este caso. Quería asesorarse con un profesional de la salud mental infantil. En su ignorancia sobre el parricidio, sentía un poco de tranquilidad, por el hecho de que: si el señor Melendes había ejercido un daño sistemático sobre su familia, también apoyaría la hipótesis de que el emperador Lenox Jupiter debía morir.

Se preocupaba ante la idea de: ¿ qué ocurriría luego de que el pequeño de trece años, presunto asesino de su padre - como respuesta a la recurrente violencia ejercida contra él y su madre -, se desconectara de su protector mundo de fantasía?

Ahora para el detective Smith, existía un iceberg de suposiciones que debía superar y comprobar, con ayuda de un experto en el tema.

FIN