Crisálidas

Columnas de mármol
piel de duna,moviéndose en la nocturnidad,
crisálida acerando la postura
de la mirada.
La voz sin nombre osculta en la pared de la espalda otro
cuerpo arañado por la psicosis
de la indefensión. Un ataque violento con la palabra utilizada como un ariete de odio sembrado en la infancia de la ciudad depredadora,
que caza sus mensajes con la voluntariedad del hipócrita bordando con dobleces un orgullo que da la espalda a la pluralidad.
La duna cambia según sople la política del viento, en el desierto humano todos construimos ciudades que se ven atacadas por insolidarias venganzas de fe.
Todos levantamos andamiajes
que sostienen edificios , vidas sin muros, libertades de género
que hagan anidar en el camino
sin prejuicios la oportunidad de realizarse como personas sea cual sea su identidad.



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Interesantes letras para la reflexión, un abrazo amigo, que vaya todo muy bien.

 

Gracias luzyabsenta por tus agradables palabras y presencia un grato saludo amigo.