1. Invitado, ven y descarga gratuitamente el cuarto número de nuestra revista literaria digital "Eco y Latido"

    !!!Te va a encantar, no te la pierdas!!!

    Cerrar notificación

crisis de identidad

Tema en 'Poesía Cómica, sarcástica (sainetes y otros)' comenzado por miara, 26 de Febrero de 2015. Respuestas: 0 | Visitas: 1170

  1. miara

    miara Poeta asiduo al portal

    Se incorporó:
    24 de Febrero de 2015
    Mensajes:
    313
    Me gusta recibidos:
    338
    Género:
    Mujer
    Se encontraba Satanás
    Caminando por los pasillos
    De su palacio del Averno,
    Meditabundo y alicaído.

    Mefistófeles, su segundo,
    Al verle en aquel estado
    Desde hacía ya algún tiempo,
    Preocupado le preguntó:
    “¿Qué te pasa, maestro?.
    Te encuentro que no eres el mismo.
    Has perdido tu alegría,
    Tu furor, tu ira vengativa
    Y no encuentro la razón”.

    “¡Ay, Mefisto. Cosas mías!”
    Le dijo con un suspiro.
    “Creo que el tiempo y la vejez
    Han hecho en mí estragos”.

    “Pero, mi amo,
    Si nadie te ha superado
    Desde el inicio del principio
    Y me consta que ninguno se ha quejado.
    ¿No te parece que eso es cantar victoria?.
    ¿No eres inigualable en tus éxitos en la historia?.”

    “Mefisto, no quiero hablar de esto.
    Dedícate a tus quehaceres
    Que yo haré
    Lo que exige mi labor”.

    Mefistófeles, tranquilo no se quedó.
    Y sabiendo que aquello podría empeorar
    A San Pedro se dirigió con una misión.

    “Pedro, deseo que me des cita
    Para hablar con el Señor
    Porque creo que las cosas
    Por el infierno no van.
    Algo le pasa a Satanás”.

    San Pedro le consiguió con Dios,
    Una audiencia
    Y Mefisto le transmitió
    Su lógica preocupación.

    “No te preocupes.
    Hablaré con él
    Y me dirá cual es el motivo
    De esta situación”.

    Dios mandó venir a Satanás
    Y de esta manera le habló:

    “Tienes a tu subordinado, Mefisto,
    Muy preocupado
    Y por lo que me ha contado,
    Yo también empiezo a estarlo.
    ¿Qué pasa, qué ocurre
    Para que tú,
    Orgulloso y cumplidor,
    Príncipe de la Oscuridad toda,
    Reniegues de tu labor?.
    ¿Una crisis de identidad
    A tu edad?”.

    “¡Oh, Señor!
    Siento que hasta ti
    Hayan llegado mis cuitas
    Y mis problemas.
    Siempre he cumplido la misión
    Que sobre mí cargaste.
    Ilusionado, capaz y fiel,
    Durante estos siglos,
    No me desvié de mi meta.
    ¡Pero creo que no estoy preparado
    Ante estos tiempos modernos
    Y lo que he llegado a ver!”.
    “¿Y qué es?”.
    “Dirigí mi mirada a la tierra
    Un buen día
    En que sin almas que atormentar
    El tedio me dominaba
    Y allí vi un país,
    España le llaman,
    Donde había una legión de
    ¿cómo les llaman?.
    ¡Ah, sí, políticos!
    Que arruinaban a la gente,
    Que mentían sin recato,
    Y que daban por excusa
    Para sus tropelías mil
    Que no les quedaba más remedio
    Que era lo que el país necesitaba
    Aunque la situación fue creada
    Por su ambición desmesurada
    Y por la de sus colegas los de la Banca,
    Llevando a todos al hoyo
    Menos a ellos
    Que aun siguen comiéndose el bollo.
    Y me dije: “Satanás, no tienes futuro.
    Cualquiera de éstos ,
    Con sus elaboradas palabras,
    Con sus vacíos discursos
    Y sus promesas falsas,
    Es más Príncipe de las Mentiras
    Que tú al que te adjudicaron el título.
    Vas a tener que buscarte otro curro.
    Porque cuando uno cualquiera de éstos,
    Al infierno aquí baje
    Lo vas a tener muy crudo
    Y no te salva ni tu linaje,
    ¿Cómo puedo competir
    Con semejantes fieras?
    Si estos han hecho de su país
    Un hazmerreír,
    ¿Qué no harán con el averno?.
    Porque éstos, Señor,
    Lo he visto,
    No escarmientan
    Y no se dan por enterados.
    Son capaces de tropezar
    3000 veces con la misma piedra.
    ¡Ay, mi pobre hogar
    Como lo dejarán
    Estos caraduras
    Cuando sus almas
    Vengan aquí a parar!.

    Dios vio su abatimiento
    Y era cierto que el problema
    No era de los que se arreglan
    Con chasquear los dedos.

    “Tienes razón, Satán.
    Tampoco a mi me gusta
    Que éstos dominen el cotarro
    Cuando los destinen abajo”.
    “No quiero ni pensar
    La que podrían organizar.
    Viendo sus “virtudes”
    Y sus capacidades,
    El dios del caos
    Ya está temblando.
    Porque esta manada
    Le deja en cueros
    Y tiritando”.
    “Te diré como actuar.
    Vas a bajar a ese país
    Y les vas a hacer
    Una tenaz competencia.
    Ofrecerás tus servicios
    A los votantes contritos
    Y les darás
    Lo que los suyos,
    De uno y otro color,
    Jamás cumplieron,
    Porque tú,
    Aunque demonio,
    Siempre cumples tus promesas
    Y bien lo saben
    Los que vendieron su alma.
    Que no admites regateos.
    ¡Así que ve allí y triunfa!”.

    “Lo haré, mi Señor.
    Orgulloso estarás
    Cuando veas mi labor.
    Al acabar mi misión,
    Ellos ya no serán nada,
    Y los dejaré hundidos
    Pues, si no se dedican a esto
    ¿A qué trabajo se acogerán
    Si por lo que destacaban
    Era por su incompetencia
    Y falta de honorabilidad?.
    ¡Voy hacia ti, Tierra!.
    ¡Espérame, España!.
    ¡Por primera vez
    Vas a tener a un presidente
    Como debe ser!.
    Y a todos esos truhanes,
    Que de políticos
    Y de banqueros
    se precian,
    Cuando acabe barriendo el suelo
    Con sus miserables existencias,
    ¡Quiero, Mefisto,
    que prepares una caldera
    acorde con sus conciencias!”.
     
    #1

Comparte esta página