Cristal

Bajo sus manos ella solía reconfortarme;
con su manera sublime lograba paralizar al tiempo,
la bóveda celeste se llenaba de sueños cristalinos,
y el mundo suspiraba alientos infinitos,


Mujer como se sonrojaba el cielo;
destellaba escarlata y emulsionaba índigo,
cuando tú lo observabas este atardecía,
cuando tu lo amabas el te correspondía,

Llenaste la felicidad en aquel entonces…
yo solía hallarla solo con pensarte;
tu eres el orbe que la soledad teme
y la felicidad que lo inquebrantable posee,

Te teme el paso de estos años implacables,
los demonios de la conciencia vivida,
te huyen los pretextos insensibles,
y las dudas enajenables,

Hoy te recuerdo como lo que eres,
inquebrantable y trasparente,
te recuerdo como algunas vez te llame y te ame,
porque sabía que perdurarías
por siempre... Cristal