Cristales rotos

Cristales rotos.

Indiferente ante todo
Me hayo en este momento,
La Tierra podría hundirse
Y el Cielo resquebrajarse,
Y a mi no me importaría.

Porque yo ya no estoy
Ni en la Tierra ni en el Cielo,
Sino en un infierno cruel y despiadado
Que rasga mis entrañas por dentro.

He vuelto a pedirle a Dios la muerte.

Pero creo que cuanto más se la pido,
Más me la deniega,
imponiéndome el castigo
De vivir muriendo
Cada día de mi vida.

Así que de esta forma,
Como un cuerpo hecho de cristales rotos,
En un café o deambulando por la ciudad,
Mi piel se rasga de los pies a la cabeza,
Quedando así en carne viva
Para alegría de los buitres y las hienas.

Ahora la soledad es mi mejor compañera,
En soledad no tengo que fingir
Un estado en el que no estoy,
No tengo que reír sin ganas,
Hablar sin ganas.

En soledad la vida me duele menos,
Me afecta menos,
Todo se simplifica.

Qué importa el espíritu
Cuando vives en un cuerpo de cristales rotos
Que te hacen sangrar
Y soportar las penas
De un infierno en vida?

Yo no quiero morir,
Pero tampoco seguir viviendo esta vida
Que no puedo saborear,
que no puedo disfrutar.

Que no puedo vivir.

No en este cuerpo de cristales rotos.

Psycho

 

Este poema es radicalmente opuesto a los otros dos que acabo de leer, puede que sea una transición del Ser, una búsqueda, el silencio de la soledad es sin duda el mejor aliado para Ver con los ojos que miran más allá.

La vida, es una constante de vallas para ser saltadas y cada vez que se supera una, la conciencia nos da las claves para ver la belleza que los ojos que miran, no ven.

Un abrazo

Palmira

 

Yo creo que siempre hay una puerta para cruzar y dejar olvidado allá detrás tanto dolor, esa sensación inagotable de angustia que nos persigue a veces...Un abrazo