Crónica de la muerte de un poeta

Está sonriendo,
te observa,
bebe el último trago de vino
y toma un lápiz...


Busca un papel de su mochila
no encuentra,
incómodo
coge una servilleta...


Vuelve a observarte,
sonríe con incredulidad,
sale de él una
bocanada de humo...


Luego de una efusiva carcajada
se dirige a escribir,
llega hasta el papel
y no,
no quiere,
o no puede
¿ya no hay nada que decir?


¿Que pasó?
¿sólo piensa?!
o sólo quiere corresponder
a sus conversaciones
internas y permanentes?
¿Que sucede?


Algo le molesta
y de pronto se escucha:
"mierda"!
¡ya no tengo nada!",
un gran estruendo
acompaña la exclamación...


Los curiosos asistentes
a aquél nocturno espectáculo
dirigen sus miradas hacia el rostro
cubierto en lágrimas...


Sobre él
las frías manchas de tinta,
la sangre de uñas mordidas,
el sudor helado y un charco de vómito
bajo el rostro fiambre
del que ahora yace sobre la mesa...
​

 

Algo tétrico aunque muy bien explicado. has logrado que sienta de manera perfecta lo que has querido expresar. saludos poeta.

 

gracias por comentar, saludos cariñosos para ti!

 

Interesante poema..
Muy elocuente, pero muy elegante
Me a gustado leerte
Hermoso poema
Saludos

 

Cómo se muere antes de decirnos?. La situación es muy buena, muy intensa. Me he sentido en pánico al ser él, también he muerto en parte, de placer diría. Me encantan las sorpresas.
Mi admiración.

 

Cuando falta la musa, muere el poeta, lindo, un abrazo, Pilar.

 

El poeta muere y renace tantas veces como poemas crea; a veces ese resurgimiento se demora hasta el punto en que la oscuridad parece eterna...pero la poesía siempre acaba retoñando.
Excelente, sencillamente...excelente.
Besos.

 

Gracias Johner por pasar a comentar un abrazo grande!

 

Saludos Fran! gracias por pasar, besos!

 

Gracias Pilar por pasar, no te conocía, voy de inmediato a leerte, abrazos miles!

 

Somos moribundos en la faz de esta tierra, interesante es conseguir la resurrección, eso es de divinidades...a menos que seamos divinidades jajajaja pero eso ya es solo comida para el ego y por supuesto que no lo somos jajaja... a menos que...
Gracias por pasar!

 

El poeta es adicto al éxtasis de la creatividad...vive por ella y muere con su ausencia en dolorosa y atroz abstinencia.Genial poema !! Un abrazo

 

hoy fallecí 24 veces, 1 cada hora
saludos!