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Cronicas de la Resistencia Caída parte 2: Infierno en la ruina I - Sin esperanza

Tema en 'Fantásticos, C. Ficción, terror, aventura, intriga' comenzado por Khar Asbeel, 9 de Enero de 2025. Respuestas: 2 | Visitas: 83

  1. Khar Asbeel

    Khar Asbeel Poeta fiel al portal

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    Disclaimer: Este un relato fanfic hecho por diversión y sin fines de lucro basado en el universo de la franquicia Terminator creada por James Cameron.

    INFIERNO EN LA RUINA I:

    SIN ESPERANZA

    El viento aullaba entre los edificios en ruinas de lo que alguna vez fue una vibrante ciudad. Ahora, las calles estaban cubiertas de escombros y la desolación reinaba en cada rincón. Era un mundo donde el tiempo parecía haberse detenido, y la humanidad había sido casi erradicada por las máquinas exterminadoras que patrullaban incansablemente, buscando cualquier signo de vida. En este infierno, yo era una madre, y mi único propósito era proteger a mi hijo, Lucas.

    Desde que perdí a su padre en el primer ataque, la vida se convirtió en una lucha constante. Cada día era un desafío para encontrar alimentos y refugio. Las raciones eran escasas, y la desesperación crecía como una sombra persistente. Nos escondíamos en un viejo edificio de oficinas, cubriendo las ventanas con trozos de metal y cartón, esperando que las máquinas no nos encontraran. Las noches eran las peores; el silencio era ensordecedor, interrumpido solo por el sonido de los Terminators que patrullaban la zona, sus pasos resonando como un eco de muerte.

    Lucas era solo un niño, pero había tenido que madurar demasiado rápido. Sus ojos, una mezcla de inocencia y miedo, reflejaban lo que habíamos perdido. Cada vez que lograba encontrar algo de comida, su rostro se iluminaba como si le hubiera dado el mundo entero. Pero yo sabía que esa felicidad era efímera. Los días se convertían en semanas, y la lucha por sobrevivir se hacía más desgastante. La escasez de agua nos llevó a arriesgarnos a salir en busca de un viejo pozo que habíamos oído mencionar. Sabía que era peligroso, pero no podía permitir que Lucas se deshidratara.

    Una tarde, mientras intentábamos llegar al pozo, escuchamos el zumbido característico de un Terminator acercándose. Mi corazón se detuvo en mi pecho. Lo tomé de la mano y corrimos, pero no éramos lo suficientemente rápidos. La máquina apareció ante nosotros, su figura metálica brillando bajo la luz del sol. En un instante de terror absoluto, su mirada se posó sobre Lucas. La máquina no tenía piedad, solo una misión: eliminar cualquier amenaza a su existencia.

    Logré ocultar a Lucas detrás de un viejo contenedor de metal, y mi cuerpo se convirtió en un escudo. Pero el Terminator no estaba interesado en mí. Fue entonces cuando vi a un grupo de hombres de la Resistencia apareciendo en la distancia. Me llené de esperanza al verlos, pero esa esperanza pronto se tornó en horror. Después de una ardua lucha, lograron derrotar a la máquina. Fue entonces que notaron nuestra presencia. Y comprendí que me equivocaba. Los hombres no vinieron a liberarnos; tenían otros planes.

    Antes de que pudiera reaccionar, los hombres de la Resistencia nos rodearon. Su comandante, un hombre de mirada dura y voz grave, se acercó a mí. "El niño será entrenado para ser soldado", dijo, como si se tratara de una decisión trivial. Mis gritos de protesta resonaron en el aire, pero fueron ahogados por la brutalidad de su fuerza. Lucas fue arrebatado de mis brazos, y su mirada de miedo se convirtió en un grito silencioso que desgarró mi corazón.

    "¡No! ¡Por favor, llévenme a mí! ¡Déjenlo en paz!" grité, pero mis súplicas cayeron en oídos sordos. Los hombres se lo llevaron, y yo caí de rodillas, sintiendo que el mundo se desmoronaba a mi alrededor. Una madre no debería ver a su hijo ser arrancado de su lado. Fue un momento en el que perdí toda esperanza.

    El líder se volvió hacia mí y, al notar, aún después de tantos días de hambre y sufrimiento, conservaba mi belleza, su expresión cambió. "Tú también serás útil", dijo. "La guerra no solo se gana con armas. Necesitaremos consuelo en estos tiempos oscuros. Los hombres y mujeres de la Resistencia no solo luchan; también tienen necesidades que satisfacer."

    Me sentí atrapada, como si estuviera en un laberinto del cual no podía escapar. La idea de convertirme en una "consoladora" me llenó de asco y desesperación. La única forma de sobrevivir en este nuevo mundo era vender mi dignidad para obtener alimento y protección. La lucha por mi hijo había tomado un giro que nunca podría haber imaginado.

    Mientras me llevaban con ellos, mi mente estaba en un torbellino. La imagen de Lucas, su pequeña cara llena de miedo, se repetía una y otra vez. Sabía que tenía que encontrar una manera de reunirme con él, de salvarlo de este destino cruel. La Resistencia podría ser mi única oportunidad de sobrevivir, pero yo no iba a rendirme. Si tenía que convertirme en lo que ellos decían, lo haría, pero jamás perdería de vista la esperanza de que algún día podría rescatar a mi hijo y llevarlo de regreso a un mundo en el que pudiéramos vivir libres de temor.

    Así, en medio del horror y la angustia, la lucha de una madre por su hijo continuaba, con cada día convirtiéndose en un nuevo desafío en un mundo apocalíptico donde las máquinas reinaban y la humanidad luchaba por encontrar su lugar en la oscuridad.

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    #1
    Última modificación: 13 de Enero de 2025
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  2. Alde

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    Muy original y misterioso.

    Saludos nuevamente
     
    #2
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  3. Khar Asbeel

    Khar Asbeel Poeta fiel al portal

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    Muchas gracias por tu opinión, Alde.
     
    #3
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