Crónicas de un muerto

Está la ciudad llena de cadáveres.
La lluvia va llenando los huecos de las almas.
Los rostros no reflejan nada.
Habita cada cual sus historias de ocio.

Todos los lugares están vacíos, cerrados, derrumbados…
Es toda la metrópolis una metáfora de cementerios.
El agua cae y la humedad se aferra,
Tortura los cristales borrándoles su transparencia.

El unicornio del atardecer enviste al mediodía con su cuerno gris,
Y lo desangra en una puesta de sol,
Como un gigante en una pesadilla.

Lo bello ha desaparecido, lo romántico ha desaparecido, lo justo ha desparecido.
Nada más ha quedado la monotonía revolcada en la rutina de otro anochecer,
En lo que llamo… el país de los muertos vivos.

 

Vaya! quizá la humanidad termine así como la describes...
gente sin alma y lugares vacíos, esclavos de la monotonía.
Un gusto pasar por acá, Saludos!

PD: Tu poema me recuerda mucho un libro de David Lozano (La puerta Oscura) si no le ubicas, recomiendo que lo leas alguna vez, es muy bueno.

 

Desde otro punto de vista... Un gusto leerte

 

Su poema es más como una metáfora de esas cuevas de perdición que llamamos ciudades, donde se aspira veneno y se vive monotonía.
Un gusto leerte.
Saludos.​